La vacuna de la gripe no consigue reducir la mortalidad por gripe ¿para qué sirve pues?
¿De qué sirve vacunar a la mitad de la población de un país contra la gripe si la mortalidad por la enfermedad no ha cambiado entre 1980 y 2014-15? Si mueren por gripe las mismas personas durante años quiere decir que la vacuna no es muy efectiva que se diga ¿no?
Un estudio de los CDC o Centros de Control de Enfermedades, la institución sanitaria más importante de Estados Unidos, muestra diferentes y pormenorizadas tablas estadísticas sobre el número de personas vacunas de la gripe durante los últimos 25 años en el país norteamericano. No hace falta ser experto en su análisis, se observa perfectamente que la media de vacunadas está en torno al 50% o quizá algo más.
Se supone que ello ha de tener un efecto «saludable» en la población, es decir, que sobre todo disminuya el número de muertes por la gripe, qué menos. Sin embargo, eso no es así.
Entre 1900 y 1996, la mortalidad por enfermedades infecciosas disminuyó en los Estados Unidos, a excepción de un aumento de 1918 debido a la pandemia de gripe española.
Desde 1996 se han producido cambios importantes en las enfermedades infecciosas, cambios en la percepción sobre las vacunas y una creciente preocupación por los patógenos resistentes a los fármacos.
Un grupo de científicos ha investigado las tendencias en mortalidad por enfermedades infecciosas desde 1980 hasta 2014 para entender estos cambios. Las conclusiones las publica el prestigioso Journal of the American Medical Association (JAMA):
la tasa de mortalidad por enfermedades infecciosas en los Estados Unidos es casi la misma que en 1980. Era de 45,6 muertes por 100.000 personas en el año 2014 pero es que en 1980 era de 42. La tasa de mortalidad general ascendió a 63,5 por 100.000 en 1995, debido al Sida. En general, las muertes por cualquier causa infecciosa se redujeron sustancialmente entre 1900 y 1950, con la excepción citada de la gripe de 1918″.
La neumonía y la gripe fueron las causas más comunes de muerte por enfermedades infecciosas pues representaron el 38,3% del total de fallecimientos por dicha causa. Lo que han encontrado los investigadores y difunde JAMA es que [pullquote]la mortalidad por neumonía y gripe se mantuvo estable entre 1980 y 2014, con 17,1 decesos por cada 100.000 habitantes.[/pullquote]
Esto quizá tenga que ver con la baja eficacia de la vacuna contra la gripe, que ha de fabricarse cada año dependiendo del tipo de virus que hay en el ambiente y como no es fácil prever cual serán los tipos más concurrentes tampoco es fácil hacer la vacuna «perfecta».
Independientemente de que los índices de inmunización de la gripe son bajos porque hay que vacunarse cada año, la eficacia de las vacunas es muy baja.
Hemos aportado muchos datos durante los últimos años. El asunto lo ha revisado la Cochrane Library, una de las instituciones de la llamada Medicina Basada en la Evidencia (MBA), la hegemónica hoy, más respetada, concluyendo sin dudas sobre su falta de eficacia.
No es algo extrapolable a las demás vacunas o a las vacunas en general pues los datos explican que disminuye la mortalidad por enfermedades infecciosas para las que existe vacuna.
Lo que está claro es que la vacuna de la gripe no logra lo que la del tétanos o el sarampión, por poner dos ejemplos que acreditan las vacunas, como me comenta el médico Juan Gérvas, que es quien ha seguido estos datos.
Los CDC recomiendan vacunar a la población mayor de seis años pero al tiempo demuestran que no sirve para nada. En nuestro país, cada año se pone en marcha una campaña para promover la inmunización contra la gripe que sigue ofreciendo dudas no resueltas.
No obstante se presiona a la población y a los profesionales sanitarios para conseguir una vacunación masiva. Tal propuesta falta a la ciencia y a la ética. Sigo este asunto, como sabéis; una alerta de Google diaria sobre gripe que me muestra todo lo que se publica en nuestro idioma sobre ello.
Hoy publica La voz de Galicia que en Vigo el índice de vacunación contra la gripe no llega al 50%. Y hay quienes se extrañan… Las enfermeras de los centros de salud están llamando personalmente a las casas para que los ancianos acudan a la inmunización. Seguro que son llamadas de «buen rollo» porque las enfermeras (y los enfermeros) suelen ser personas por lo general de gran amabilidad.
La noticia cuenta que
La Consellería de Sanidade no encuentra una explicación clara para la situación de Vigo».
Pero es que la situación de Vigo no es exclusiva pues las tasas de vacunación en el resto de España no son muy superiores. Es claro que si en la administraciones sanitarias no se encuentran explicaciones es porque ni leen literatura científica ni van a los bares (o bajan a la calle).
Escribo lo de los bares porque el otro día tomando una cerveza tres persona de avanzada edad comentaban y uno de ellos explicaba que durante años se vacunaba de la gripe pero que cogía «gripazos» y que por ello ha dejado de vacunarse. ¿Cuántas veces hemos oído esto?
No hay más ciego que quien no quiere ver y eso es una gran irresponsabilidad pues aquí lo que existe es un gran pelotazo económico anual (y alguien gana con todo esto no creáis que no, ya podéis imaginar quién que no es difícil).
Mi madre de 80 años lleva sin vacunarse desde el 2005 y no ha vuelto a coger ninguna de gripe fuerte. Además la última vez que se vacunó se le puso el brazo inchado. Ahora estamos mejor que nunca cuidando la alimentación y demás. Gracias por el artículo un saludo Miguel
Muy cierto. Conozco casos de Personas sanas que son vacunadas y a la semana estan con gripes terribles. Quedan algo sensibles despues de estas vacunas pareciera. Y aquí en Panamá no es tanto que convoquen a la población por los medios de comunicación como reses al matadero para vacunarse. En muchas ocasiones van casa por casa vacunando en acctitud casi amenazante. Es muy lamentable que el personal médico (hoy una gran parte sin ética ni vocación para esta musión), poco le importe estar informado de los daños que estan provocando tanta clase de medicamentos farmacologicos no solo vacunas. Es una complicidad de intereses económicos en la que los ciudadanos estan casi desprotegidos por el estado y sus gobuernis en turno quedando a merced de las trasnacionales farmacéticas en su afan megamillonario de acumular dinero.