¿Cómo conseguir que la población se vacune -o no- de manera responsable?
Armando, templado y reflexivo bloguero del espacio Bebés y más, se basa en un post mío sobre que el Gobierno australiano paga a las familias para que vacunen a sus hijos para abrir el debate. Escribe:
Con respecto a la medida, cada cuál que opine. A mí me parece bien, qué queréis que os diga, porque es un plus que se ofrece a las familias por algo que ya estaban haciendo y las que no lo hacían por dejadez u olvido, que las hay, pues prestarán más atención al tema. Aquellas que por convicción no vacunan a sus hijos, pues simplemente no percibirán un dinero que igualmente no reciben ahora. ¿Discriminación? Sí, supongo que sí… pero como hemos dicho muchas veces, no vacunar a los niños hace peligrar la salud de todos. Opinad vosotros (en el vía, que es el blog de Miguel Jara, opinan muy diferente a mí, por si queréis leer la noticia desde otra perspectiva).
Aclarar algunas cosas Armando, sin ánimo de polemizar:
-No lo estaban haciendo por eso el gobierno decide «incentivar» a las familias (por cierto, la misma estrategia que utiliza parte de la industria farmacéutica con los médicos que entran en ese juego –el del tarugueo– para que receten).
-Hay algo más que dejadez u olvido, se llama desconfianza, en gobiernos e industrias, que en muchas ocasiones y en esta también, actúan como si sólo fueran uno (recordemos el Caso Gripe A). Cuanto daño está haciendo a las vacunaciones la vacuna contra el virus del papiloma humano o la de la gripe.
–Para una discriminación no hay peros. Esa discriminación abunda en la incertidumbre y en violencia que significa una posible obligatoriedad de vacunación cosa que en nuestro país no ocurre pero que algunos se frotarían las manos si lo consiguiesen: ¿por qué necesita un gobienro incentovar a los padres y madres para que vacunen, no son capaces de cosneguirlo con buenos argumentos?
¿Cómo conseguir que la población se vacune -o no- de manera responsable?:
-Manteniendo la libertad de vacunación, insisto, existente en nuestro país (vacunarse es un derecho no una obligación).
-Revisar con criterios éticos y no comerciales el calendario de vacunación; que éste sólo incluya las vacunas verderamente seguras, eficaces y necesarias.
-Abogar en los ámbitos adecuados por la racionalización del uso de las vacunas (como el Ministerio de Sanidad comienza a anunciar en los medios con una campaña sobre el uso racional de los medicamentos). Los médicos, pediatras en concreto, han de estudiar caso por caso a la hora de elegir las vacunas a recomendar a las familias: edad del niño, constitución de su sistema inmune, medioambiente en el que se cría, etc, a fin de determinar las vacunas razonablemente necesarias.
–Producción pública de la mayor cantidad posible de vacunas. Establecer mecanismos rigurosos de transparencia que alejen a la población de los conflictos de interés de las industrias privadas.
–Reconocimiento del daño que pueden provocar estos preparados y establecer mecanismos de responsabilidad de la Administración ante los mismos.
Con la aplicación de las medidas de racionalización se produciría un ahorro en el enorme gasto vacunal que podría destinarse a implementar estas medidas.
Fuí víctima de vacunaciones masivas en la infancia. Nadie me advirtió de que eso pudiera ser una contraindicación para vacunar a mi hijo. Pero llegamos a descubrirlo. Soy madre de un niño de 10 años, no vacunado, pero sí amamantado por largo tiempo. Lo digo porque creo que tiene que ver con el tema. El no se enferma, nunca ha tenido nada serio, un resfriado si acaso le dura una noche.
Por cierto, Armando es enfermero en pediatría y su opinión no es sólo opinión de un papá: él es parte del sistema sanitario.
Creo que si preguntamos a los fabricantes de vacunas nos dirán lo mismo. Evidentemente.
Por suerte hemos encontrado médicos que desaconsejaron la vacunación y estamos muy contentos. La salud es un bien por el que vale la pena pelear.
Señores que el señor Armando nos explique, porqué, los niños no vacunados hacen peligrar la salud de todos??????…
Soy madre con dos hijos no vacunados de nada, han pasado las enfermedades justa de sus edades, ya saben, anginas, varicelas, etc…
Con sentido común, buena alimentación, el cuerpo recupera su estado de salud.
Espero NOTICIAS a mi pregunta.
Somos muchas pero que muchas familias que tomamos esta decisión con el tema de las vacunas y la salud y todas estamos pero que muy bien informadas gracias al trabajo de muchas personas, entre ellas Nuestro MIGUEL…..
GRACIAS
Esa libertad de vacunacion puede desaparecer de golpe (como tantas otras cosas lo estan haciendo) en cuanto la Comision Europea declare la «emergencia» que parece estan preparando, y pueden hacer OBLIGATORIA la vacunacion. Hace 2 años paso en EEUU por ejemplo en algunos estados.
Seria una brutalidad a la que habria que negarse. Al tiempo………………..
En Australia fue donde se dieron las muertes por reacciones adversas a las vacunas en los niños con genetica zahorí, si alguien encuentra esos datos que los ponga por favor.
Nadie puede estar 100% seguro de que las vacunas sean en general nocivas o beneficiosas. Por lo tanto toda persona tiene derecho a rechazarlas o aceptarlas. Es una decisión personal, y personal es el riesgo. En cuanto a los niños, tienen representantes que asumen su cuidado y sus responsabilidades. Por lo tanto son los padres, en general, quienes deciden si sus hijos deben vacunarse o no. No se me ocurre otra solución más justa y de acuerdo con los derechos humanos. En cuanto a la manida idea (me gustaría saber si hay algún estudio que la sostenga) de que una persona no vacunada es un peligro para el resto, bueno, ¿si están vacunados no se supone que están protegidos? Y si resulta al revés. Que el hecho de vacunar propague una determinada enfermedad?
-en Australia lo que van a dejar de dar es la subvención familiar a las familias en que los niños no estén bien vacunados…
-sí, realmente, lo de «Bebés y más» está muy bien, pero que muy bien…
-en la misma lógica, para equilibrar libertad y responsabilidad además de cargar el gasto de las enfermedades vacunables a los no vacunados habría que hacer lo mismo con sus efectos sobre la morbilidad de:
1/ los fumadores de tabaco (o consumidores del mismo por cualquier vía)
2/ los bebedores de alcohol
3/ los obesos
4/ los consumidores de drogas ilegales
5/ los consumidores de drogas legales (por ejemplo, somniferos por más de 20 días) y los médicos que los prescribiesen, respecto a los efectos adversos
6/ consumidores de montelukast en indicaciones no aprobadas y los médicos que lo prescriban
7/ los que emplean inadecuadamente los antibióticos, pacientes y familiares, y los farmacéuticos, odontólogos y médicos implicados
8/ los que llevan una vida sedentaria (por ejemplo, pasan más de 3 horas al día viendo la televisión)
9/ los que no se relajan y los que no saben vivir
10/ los desempleados, y los que los desemplean (no hay nada peor para la salud)
11/ los analfabetos funcionales, y los otros, y sus familiares y maestros (el analfabetismo es casi mortal de necesidad)
12/ los que cumplen excesos con las vacunas (por ejemplo, re-vacunación contra el tétanos cada 10 años)
13/ los que trabajan demasiado
14/ los que abusan de las bajas laborales (absentismo injustificado) y los que van a trabajar enfermos (presentismo), y los «cooperadores necesarios» como sus médicos, compañeros y demás
15/ los que ha intentado un suicidio y han fracasado
16/ los que se someten a intervenciones de cirugía estética (mamas, glúteos, vulva, vagina, nariz y demás)
17/ las que se someten a cesáreas innecesarias, y los médicos que las hacen (son necesarias, en general, un 17% de cesáreas en el parto, para resolver situaciones específicas)
18/ los que abusan de la radiología, y los planes de salud y los médicos responsables
19/ los que toman anti-inflamatorios y analgésicos, en exceso o por más días de los indicados, por su cuenta o con la colaboración de farmacéuticos, médicos familiares y otros,
20/ los que dejan de cumplir las indicaciones correctas para tratar sus enfermedades
21/ los que toman omeprazol y similares en exceso o por más días de los necesarios, por sus efectos adversos
22/ los que no se lavan las manos después de ir al servicio y antes de comer, especialmente los médicos y enfermeras que no se lavan las manos cuando deben (no lo hacen en el 40% de los casos)
23/ los que no mantienen una higiene suficiente de sus comercios, especialmente de comidas y bebidas…
-etc
–no es broma, cuando se abre la puerta, se abre, y se llega a una sociedad insolidaria, en que todo el mundo paga lo que hace…¡y todos pagan más y a cambio obtienen menos salud!
-así llegamos a una sociedad tipo EEUU, el único país desarrollado del mundo sin un sistema sanitario de cobertura universal, el que más gasta en salud, y el que peores resultados sanitarios tiene, donde estar enfermo lleva a la bancarrota con frecuencia, donde enfermar conlleva además el dolor de no poder pagar ni tener acceso a los cuidados necesarios…
-en fin
-«cuando nos tocan la pela las cosas se ven desde otro prisma, o no?»
-pero no sólo los de la Liga por la Libre Vacunación, sino la sociedad entera…
-un saludo
-Juan Gérvas
Poco más puedo comentar respecto a lo dicho por Miguel, con el que estoy totalmente de acuerdo. Más me preocupa lo argumentado por el tal Armando, que según deja entrever cree a ciegas en el sistema y no duda de los «buenos propósitos» que guían a farmacéuticas y gobiernos, sin «dejarse influir» por el dinero que podrían ganar (o dejar de ganar). Y eso en un blog sobre los bebés, dirigido a padres y madres, primerizos en muchos casos y con muchas dudas y miedos.
En realidad, en Australia lo que perderán las familias con niños no vacunados es un subsidio que se da a todas las familias con hijos, con independencia de su riqueza…
Se ha comprobado que litigar contra la industria farmaceutica es totalmente ineficaz y no consigue detener el aluvion de medicamentos peligrosos. Los bufetes de abogados especializados en derecho sanitario parece que no se dan cuenta de esto.
La unica forma de parar este caos sanitario es dirigir las acciones legales contra la Administracion, buscar a los funcionarios de Sanidad responsables de los daños por aprobar medicacion peligrosa.
Es lógico preferir que a uno le pasen la mano por el lomo antes que recibir un golpe. Pero la cuestión, en realidad, es simple: no podemos permitir que nos pongan la mano encima de ninguna de las dos maneras. La libertad de decisión de todos nosotros es indispensable, esencial, sin ella no hay confianza posible en un sistema de «salud» ya muy tocado por escandalosos conflictos de intereses, falsas pandemias, medicaciones peligrosas comercializadas durante años, desprecio a las víctimas de esos fármacos (sean los que sean)… Nosotros debemos decidir en nuestra propia salud y la de nuestros hijos, no podemos delegar nuestra responsabilidad de ninguna manera. Otra cosa seria un totalitarismo encubierto o descarado (lo mismo da) muy, muy peligroso que no podríamos saber donde acabaría. Pero yo si que creo saber donde comienza: en la intimidación a los usuarios, en las campañas «informativas» sesgadas y manipuladoras, en los «estímulos» a los «buenos» ciudadanos (por supuesto los que hacen los que les dicen sin cuestionar nada).
Obligar, de la manera que sea, es un fracaso de la razón y la verdad. Información veraz y contrastable, transparencia total en gestores, industrias y políticos (ciencia ficción, ya lo se)… Respeto total a la dignidad, no ya de usuarios y pacientes, sino a la misma Dignidad Humana. Seria un buen comienzo, mientras tanto respetémonos a nosotros mismos viviendo sin miedo y en libertad. Salud a todos.
Para seguir en la linea intentando traspasarla. ¿Qué tal si otorgamos la misma cantidad a todos los padres de todos los bebés independientemente de que los vacunen? Aquellos que optaran por no vacunar tendrían una compensación para hacer frente todos los posibles desastres de su decisión. Quizás con un trato igualitario la desconfianza disminuyese.
Con esto de las vacunas, anda uno un poco perdido. Ya no sabes a quién hacer caso. Y tomes la decisión que tomes, tienes la sensación de que te la estás jugando. No sé si hay algún consenso científico sobre cuáles se pueden tomar con total seguridad, porque está comprobado que previenen el mal y no tienen efectos secundarios o estos son leves, y cuáles no son recomendables por aquello de que podría ser peor el remedio que la enfermedad.
En cuanto a su imposición legal, si algunas son básicas y no perjudiciales, y afectan a menores de edad, yo no haría una peligrosa interpretación de las libertades y sería favorable a que fueran obligatorias. Hay que valorar también si no poner algunas de ellas puede repercutir en terceros, en una comunidad. Creo que el tema es lo suficientemente importante y se necesita una buena información, pero ¿de quién?
¿De los “escépticos” de algunos interesados laboratorios que dicen que todas son buenas? ¿De los naturistas e higienistas a quienes les sobran todas?
Totalmente de acuerdo con las propuestas de Miguel Jara, excepto con “la libertad de vacunación” con respecto a vacunas de demostrada eficacia que afecten a la infancia o a la salud pública (no me refiero a la gripe). Al menos pienso que el tema es discutible.
Saludos.