La megacampaña Covid-19 ha conseguido el mayor retroceso en vacunación infantil en 30 años
Por lo visto la pandemia de Covid-19 aún no ha terminado pero hay quienes, supongo que con gran profesionalidad, están pensando en las siguientes. El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha anunciado la puesta en marcha de una nueva iniciativa para «mejorar la preparación y respuesta de los países ante una nueva pandemia«.
La gestión de la anterior fue nefasta así que no le quitamos la razón. Esta nueva Iniciativa de Preparación y Resiliencia para las Amenazas Emergentes (PRET) incorpora las últimas herramientas y enfoques para el aprendizaje compartido y la acción colectiva establecidos durante la pandemia de Covid-19 y otras emergencias de salud pública recientes. Eso dicen.
Si os leéis la noticia veréis que está llena de la palabrería hueca que rodea la actividad de megaorganizaciones como la OMS. Me preocupa más la dialéctica de la Dra. Sylvie Briand, directora del Departamento de Enfermedades Pandémicas y Epidémicas de la OMS: es muy importante preparar al mundo ante futuras amenazas».
Hablan de nuevos y viejos virus a controlar y a mí me vienen muchas cosas a la cabeza. Como la falta de credibilidad de una OMS que ha gestionado la pandemia de Covid financiada por las farmacéuticas, sobre todo por los fabricantes de vacunas.
Y claro, uno no sabe si es honesta esta Organización a la hora de prepararse para nuevas amenazas que pueden ser muy interesantes para quienes vendan «soluciones». La de Covid-19 ha sido el mayor pelotazo económico de la historia de la humanidad para los laboratorios que vendieron las vacunas.
Todo esto la gente lo ve y no le gusta sentirse utilizada. De hecho, tras haber impulsado entre farmacéuticas y los gobiernos que les siguieron el juego la mayor campaña de vacunación del mundo, lo que han conseguido es el efecto contrario.
Un titular: Preocupación por el mayor retroceso en vacunación infantil en 30 años.
Han generado desconfianza en las vacunas o quizá sea más exacto decir «sus» vacunas, al menos sus vacunaciones, porque no creo que reciban dinero de quienes están interesados en inmunizar para que no promocionen sus remedios.
En el caso de España la confianza en la vacunación infantil ha descendido ocho puntos, hasta el 88%. Estaba por las nubes antes de la pandemia y todos estos genios de la mercadotecnia lo que han hecho es pegarle un bajón.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) recuerda que hay que actuar frente a la creciente reticencia de parte de la población a vacunarse. Claro, algunos de sus miembros trabajan codo con codo con los fabricantes de vacunas para venderlas. De hecho, estuvieron en la Estrategia de vacunación Covid-19 del Gobierno español.
Todo esto pues a ver, ¿cómo no va a dar mala imagen y conseguir que las tasas de vacunación infantil bajen?
Los de la AEP, que más que pediatras parecen policías, dicen que intentan así contrarrestar los efectos de la desinformación. Bueno pues el laboratorio que más dinero ha hecho con las vacunaciones Covid-19, Pfizer, les ha debido de oír y volvió ha desarrollado el VI Seminario para periodistas Pfizer-ANIS (Asociación Nacional de Informadores de Salud).
¡Qué falta nos hace a los periodistas de salud que los máximos interesados en que haya más pandemias nos digan cómo tenemos que informar sobre sus negocios! Porque de eso se trata de negocio, no de Salud Pública.