Vacunas Covid: 375 muertes en España. La única lotería en la que nadie quiere «el gordo»
El catedrático de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joan-Ramon Laporte, tuvo ayer lunes una intervención que podríamos calificar de épica en la Comisión de Investigación del Congreso de los Diputados español relativa a la gestión de las vacunas Covid. Os resumo porque no tiene desperdicio. No esperéis que un testimonio así abra portadas de telediarios.
La convocaron el PSOE y Podemos, es decir, los partidos de la coalición de Gobierno. Los descalificativos de «negacionista», «antivacunas», «magufo» o «terraplanista» no sirven con Laporte.
Como él mismo explica al comienzo de su exposición, ha trabajado para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) o la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
Y, esto lo escribo yo (le conozco desde hace más de 20 años que empecé a investigar periodísticamente los daños provocados por fármacos, las prácticas de la industria farmacéutica y la corrupción sanitaria): es con probabilidad la persona que más sabe sobre daños de los productos sanitarios y todo lo que rodea a los mismos y a sus fabricantes. Un experto mundial en farmacovigilancia.
En su intervención, que podéis ver en You Tube (vaya, ha sido censurado como contamos),
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=vXrz3e8L1SE&t=48s[/youtube]
trata sobre problemas y dificultades en el proceso de vacunación Covid.
En el último informe publicado por la agencia española de medicamentos hay notificados 55.000 efectos adversos de las vacunas hasta el 9 de enero de 2022. De ellos, 375 con resultado de muerte y 11.000 graves.
Destaca el catedrático que el informe no comenta nada sobre las graves reacciones adversas notificadas en jóvenes, precisamente el grupo de edad que concita la polémica por la baja necesidad de vacunación dada la baja letalidad del virus para ellos.
Laporte recuerda a sus señorías que las vacunas de Moderna y Pfizer con cumplen los criterios tradicionales para ser denominadas vacunas y que son un terapia con tecnología nunca usada hasta ahora y menos en campañas masivas.
Califica de «experimento global» la inoculación que está realizándose.
Recuerda el profesor lo obvio, que una cosa es lo que apuntan, de manera preliminar los ensayos clínicos y otra la práctica real, cuando las vacunas se ponen de manera masiva.
Y, con los datos de los ensayos de Pfizer en la mano, advierte que el número de personas mayores que participaron en los mismos, fue ridículo, siendo ese el grupo de edad con más riesgo de padecer Covid.
La vacuna apenas se aprobó en la población más vulnerable y sin embargo, la vacunación comenzó con las personas mayores, con una mujer de más de 90 años, es decir, no representada en los ensayos clínicos.
Algo espeluznante. Habla de fraude científico a la hora de hacer esos estudios previos a la aprobación de las vacunas. Dice que las inspecciones de las agencias reguladoras se realizan muy de vez en cuando. Y que ese fraude se produce «a menudo y sobre todo» en la catalogación de los efectos adversos.
Pone como ejemplo el trabajo de un grupo de investigadores independientes que detectaron cómo en varios de los ensayos que hicieron los fabricantes de estas vacunas los resultados de efectos adversos fueron eliminados, no se contabilizaron.
Explica, basándose en los datos ofrecidos por las farmacéuticas en sus análisis e «investigación» que la eficacia de las vacunas fue presentada de manera sesgada, jugando con el riesgo relativo y el riesgo absoluto. Y pone ejemplos concretos (insisto, con datos de las compañías).
En el ensayo de Pfizer se produjo una muerte más entre los vacunados que en el grupo de las personas a las que administraron placebo. En el de Moderna se registró el mismo número de muertes en cada grupo.
E indica:
Los ensayos clínicos no han demostrado que las vacunas salven vidas«.
Y añade:
Quizá se haya visto en otros estudios una tendencia a disminuir las hospitalizaciones pero no hay un evidencia en términos oficiales (…) de que las vacunas salven vidas».
Para este profesional, los resultados de los ensayos clínicos han de ser considerados como «indicios» pero no evidencias.
Sobre que haya que ponerse dosis de refuerzos ad infinitum Laporte contrasta el dato con la subida en Bolsa de Pfizer, claro, dice que es el sueño de cualquier farmacéutica o vendedor de crepelos, que su mediocre producto, precisamente por esa falta de eficacia, tenga que usarse sin que se sepa hasta cuándo. Más ventas pues.
Y llegó ómicron y las vacunas no funcionaron y presenta un estudio de PCR’s en vacunados y no vacunados en el que los primeros se infectaron en mayor número, lo que no quiere decir, matiza, que los vacunados vayan a contagiarse más con esa variante pero sí que la vacuna no funciona con ella pese al llamamiento oficial a vacunarse también contra ómicron.
Repite alto y claro que las vacunas Covid no impiden la transmisión de la enfermedad. Por tanto, los certificados o pasaportes Covid carecen de evidencia científica y han podido contribuir al aumento de casos al ofrecer una falsa sensación de seguridad.
También ofrece datos concretos sobre la infranotificación de los trombos provocados por la vacuna de AstraZeneca o los problemas de corazón de las de Pfizer y Moderna.
Argumenta que las autoridades sanitarias han llegado tarde y de manera insuficiente a tratar el asunto de los daños de estas vacunas. Ha prevalecido el negocio.
Los planes de riesgo para prevenir daños están pensados para beneficiar a los fabricantes, no para proteger a las personas.
Hasta aquí mi resumen del punto uno de los tres que trata Laporte, centrado en el asunto de la farmacovigilancia y falta de seguridad de estas vacunas. Os aconsejo que veáis el vídeo de la intervención completo (y que lo difundáis).
He leído en prensa autonómica de finales de enero (asturgalicia) que las aseguradoras privadas no se responsabilizan de las muertes por vacunas. Y específicamente en Francia la muerte causada por inocularse esta «vacuna experimental», cuenta como suicidio!!!
Me he quedado sin palabras…
Intento leer todos tus artículos Miguel y también los comentarios. No sé si se me habrá pasado alguno pero no recuerdo haber leído nada acerca de ésto que me parece tan grave.
Tampoco en prensa nacional ni en radio (apenas veo tv) he leído/escuchado nada al respecto.
Un abrazo
Lo de Francia y los suicidios yo tampoco lo he leído.
Buenos días!!!. Buena intervención pero lógico está q harán todo lo posible para q lo puedan ver los menos posibles. No soy anti vacunas pero si soy al igual q otras 300 personas víctimas d la TALIDOMIDA q hace 60 años si 60 años una farmacéutica c experimento con esas famosas pastillas y al cabo d 9 meses nacimos con deformidades en nuestros miembros. En España no se retiró ( faltaría más q se perdieran los beneficios q daban) xq era la panacea para q nuestras madres no tuvieran náuseas ni vomitos. MENTIRA fuimos los conejillos d indias y al día d hoy ningún gobierno asume q fue algo experimental q causó daños y q al igual q pasó en otros países los perjudicados están recibiendo las ayudas necesarias para tener una buena calidad d vida aquí TODOS se lavan las manos. Lo mismo ocurre con estas vacunas. Quien se hace responsable d los daños, muertes…???. NADIE xq supuestamente era: obligatoria-voluntaria. Despierten x favor y volvamos a caer en el circo q tienen montado del cual obtienen grandes beneficios a cambio d nuestra Salud. Lo hicieron con Franco, lo hacen ahora y lo continuarán haciendo si continuamos bailando al son q tocan. Suerte para todos q la necesitaremos
Puede que si, o puede que no…
Como no hay estudios, ni les interesa que los haya al respecto, las vacunas o el tipo de virus que todo el mundo admite que no es tan letal, tu eliges… así son las cosas.
Es increíble hasta que punto hemos llegado, el tema covid es una muestra palpable de la mentira y engaño que sufrimos los ciudadanos con la connivencia y participación del político.
Suena catastrófico pero esta sociedad camina entre mentiras y abusos, hacia ninguna parte.
No es dificil adivinar que Laporte será denigrado y desposeído de sus vínculos con los organismos nacionales e internacionales en silencio. Hasta no sería descabellado pensar que le obligarán a desdecirse parcialmente de sus declaraciones como hicieron con otros. Pero aquí no pasa nada, se saca de Youtube con el pretexto conocido por todos, siendo realmente un video institucional de una comparecencia oficial.
Tampoco pasó nada cuando se filtró un informe de G.S.K. que reconoció (internamente) que se le murieron unos 30 niños (las malas lenguas dicen 70) en un año y medio por la vacuna Infanrix Hexa en Francia.
La sociedad está dormida y los poderes facticos del mundo lo saben, las mentiras de hoy duran poco porque quedan tapadas por otras de mañana y así sucesivamente. Cantidad de fármacos que sanidad quita hoy pero dejó que generaran daños y pingues beneficios a las farmacéuticas y sus intermediarios.
Ahora van saliendo noticias sobre los daños adversos de estas vacunas, los sacan a cuenta gotas para que nos vayamos familiarizando pero paralelamente nos convencen de que es bueno para nosotros.
El discurso está estudiado desde el principio, una «obra maestra» del dicho «promete y mete y cuando la hayas metido, olvídate de lo prometido».
Miguel, vas contracorriente, y te admiro. No soy anti vacunas. Pero es cierto que las vacunas actuales son ineficientes y quizás el riesgo es mayor que el beneficio. Pero puramente solo por estadística. En esta última ola ha habido muchos más contagios y menos muertes. ¿Quizás esa evidencia o indicio no es suficiente como para creer que la única diferencia ha sido la vacunación?
Jose manuel, es que la palabra antivacunas NO EXISTE en la RAE. Antivacunas es un «apellido» que nos pusieron las farmacéuticas desde siempre a los que somos críticos con las vacunas. Sin embargo, en la RAE existe la palabra antitaurino. Yo soy antitaurino, es decir, no quiero que se maltrate al toro en ninguna parte del mundo para divertir a la gente.
Antivacunas, por similitud, sería aquella persona que quiere impedir que se vacune la gente. Te puedo asegurar que no existe ningún antivacunas.
Sin embargo existe el negacionista. A mi juicio, no se puede negar que existe algo que mató a un montón de gente (no tanta como se dijo), será un virus u otra cosa, y la protección es necesaria, pero se demostró que la vacuna actual no es la solución pues tanto contagia un vacunado como un no vacunado.
Que haya habido más contagios y menos muertes, no es suficiente como para adjudicárselo únicamente a la aplicación de productos farmacéuticos preventivos, mal llamados vacunas. Desde cuándo alguien que ha sido correctamente inmunizado puede infectarse y transmitir el virus? Existe entre la población la predisposición y la susceptibilidad a contraer una determinada infección viral. Esa susceptibilidad se va agotando en la medida que se van infectando los susceptibles. Primero fueron los ancianos, con comorbilidades, que fallecían CON Covid , no POR Covid .Luego fueron los adultos mayores, también con enfermedades prevalentes-muchos inmunosuprimidos, con cánceres, diabéticos, obesos, hipertensos, etc. etc. Hubo además una mejora en los recursos terapéuticos durante las internaciones, nuevos criterios, ya no se dejaban a las personas en sus casas hasta que agravaban de modo irreversible. Hubo mala praxis. Hubo una atenuación de los casos más graves por la administración de los PFP en los mayores de 70. Hoy, las infecciones han sido predominantemente en jóvenes sanos, que habían desarrollado inmunidad natural a lo largo de la pandemia, estando en mejores condiciones de enfrentar la infección. De hecho todos hemos desarrollado inmunidad natural, celular, que también contribuye, desde los tiempos más remotos…..Los PFP son una parte, bastante pequeña ,en el resultado de más casos pero menos muertes. Un cordial saludo.
El vídeo en YouTube ya no está.