Juan Gérvas: «El 90% de la medicina científica ‘oficial’ es pseudociencia»
La ciencia es más compleja de lo que parece y sin embargo se vende como generadora de decisiones racionales. Vivimos en una era en la que parece predominar el «todo por la ciencia pero sin la ciencia«. O la ciencia usada como marketing por las diferentes industrias y quienes, ya sea por cobardía o por ideología, aceptan esta impostura.
Si no fuera por la Ciencia no conoceríamos el mundo -o la parte de él que ha adquirido un buen nivel de desarrollo- como es. Con sus vicios incluídos, la Ciencia es motor de progreso.
La esperanza de vida, su aumento espectacular en los últimos decenios, es un ejemplo. Las enormes conquistas de la ciencia y de la técnica empezaron con la evolución de los homínidos y sus herramientas.
Pero no todo es gracias a la ciencia entendida como técnica. En las sociedades avanzadas también acompañan a los conocimientos técnicos un mayor sentido de la justicia, la democracia, la distribución de la riqueza, los acuerdos comerciales, la educación, la solidaridad, la equidad y demás valores e ideales humanos.
En los últimos años, al menos en España, se ha observado un avance de la Ciencia, quizá en detrimento de los valores religiosos. Pero también han surgido conceptos como cientifismo o pseudociencias.
El primero sería una desviación de los verdaderos propósitos de la Ciencia, que tiene en su servicio a las personas su máxima, para ponerse al servicio de los intereses industriales (por encima de las necesidades humanas).
La pseudociencia sería el intento de aquello que no es científico, no está validado por métodos experimentales y no puede reproducirse para comprobarse, de hacerse pasar por ciencia. Este es un término peyorativo aunque no menos lo debería ser el cientifismo (ver J. Peteiro: «El cientificismo es una aberración ética facilitadora de un fascismo de nuevo cuño»).
Pero si bien es inaceptable lo denominado hoy pseudocientífico, el concepto no puede limitarse a ciertas prácticas médicas consideradas «alternativas» o «complementarias» de la Medicina oficial u ortodoxa o convencional, como desee denominarse.
Se critica a las medicinas alternativas por una muerte, por ejemplo, de un estudiante de Física -noticia de hoy mismo- y quienes lo hacen no cuestionan al tiempo los cientos de miles de muertes evitables que provoca innecesariamente la medicina oficial sin límites.
De hecho, la medicina hegemónica, la denominada Medicina Basaa en la Evidencia (MBE) también puede incurrir en la pseudociencia.
Es increíble pero cierto, como escribe el médico y estudioso de la Ciencia Juan Gérvas:
-Los medicamentos de la medicina científica causan 179.000 muertos anuales por los efectos adversos en la Unión Europea (equivalente a la muerte diaria durante un año en accidente de todos los pasajeros y tripulantes del Airbus más grande)”.
-“La aplicación de un protocolo para intervenciones quirúrgicas puede haber causado 800.000 muertes en Europa”.
-“El 90% de la investigación publicada en medicina es falsa”.
-“Las embarazadas, parturientas y madres lactantes sometidas en masa a tratamientos (suplementos de yodo, hierro y vitaminas) y a pruebas innecesarias por la medicina científica”.
-“Millones de varones incontinentes e impotentes por tratamientos de urólogos al atribuirles cánceres de próstata en falso, por sobrediagnóstico”.
-“Las resistencias a los antibióticos causan, al menos, 25.000 muertos anuales en la Unión Europea”.
-“Se han evaluado 3.000 intervenciones habituales de la medicina científica, y apenas el 11% tiene valor demostrado (si se utilizaran correctamente)”.
-“Se tira el dinero en investigación en medicina científica: del orden del 85% es puro despilfarro”.
-“Millones de mujeres son tratadas como enfermas de cáncer de mama en falso, por sobrediagnóstico”.
-“Los estudios preclínicos publicados sobre medicamentos para el cáncer se confirman sólo en el 11% de los casos”.
-“Es imposible replicar la mayoría de los estudios sobre la medicina científica publicados en las mejores revistas del mundo”.
-“Los médicos y científicos reconocen que inventan datos científicos en el 2% de los casos, pero creen que su colegas lo hacen en el 24% de los casos”.
-“Se puede reproducir sólo el 39% de los mayores y mejores estudios en el campo de la psicología científica”.
-“Los estudios sobre medicina científica concluyen con datos a favor y datos en contra sin que se pueda decidir qué es lo correcto”
-“Mueren anualmente 500.000 personas de más de 65 años en el mundo desarrollado por culpa de los psicofármacos».
(Las fuentes bibilográficas una a una).
Son sólo algunos ejemplos. Yo añadiría que basta leer unos cuantos post de este blog para comprobar la epidemia soterrada de daños por medicamentos que padece la Humanidad hoy en los países desarrollados. ¿Qué es pseudociencia entonces, no hay que ampliar mucho el campo de dicho concepto? La pseudociencia no es sólo la que presume de ser científica sin serlo, sino gran parte de la que se da por hecho que lo es de manera falaz.
Y es que, como escribe uno de los más respetados e influyentes críticos de la Medicina y la Ciencia y defensor de estas últimas, claro, John Ioannidis: Las revisiones sistemáticas de ensayos clínicos pueden llegar a las conclusiones que se deseen.
Nadie discute que se han propiciado avances en Medicina gracias a la técnica, sobre todo en los servicios de Urgencias y a la hora de establecer diagnósticos, entre otros.
El problema es que la ciencia en su aplicación médica conlleva grandes daños cuando se hace con la simplicidad de la medicina basada en pruebas manipuladas y opiniones sesgadas, como denuncia Ioannidis.
La MBE es muy necesaria pero adolece de «buenismo», se basa en las pruebas que mayormente aportan las industrias pues un 80% de la Investigación más Desarrollo (I+D) en biomedicina la pagan las diferentes industrias: farmacéuticas y de productos sanitarios, de biotecnología y trasgénicos, de telecomunicaciones, energéticas o alimentarias, por poner algunos ejemplos.
Se ha publicado hasta la saciedad sobre la manipulación de la evidencia científica, de las pruebas, pero además esa manipulación está cubierta jurídicamente pues se considera «secreto comercial» toda la informacion que generan las industrias en sus ensayos clínicos e investigaciones científicas.
Esto es pseudocientífico pues impide la comprobación de los datos industriales por investigadores independientes. Es ocultación de información valiosa, un fraude científico. Baste un ejemplo que publicamos estos días: La FDA reconoce ahora que aprobó el anticonceptivo Essure sin la suficiente evidencia. Pseudociencia pues.
Estoy de acuerdo en que es necesario denunciar la pseudociencia, TODA. Empezando por las que más daños hagan. Me refiero a que hay mucha pseudociencia en los medicamentos y productos sanitarios actuales y esto no sólo es un desfalco para el erario público (que el sistema sanitario financie tratamientos poco eficaces) y no sólo denigra la buena Medicina y la buena Ciencia, sino que además causa graves daños y muertes a mansalva.
Mas razon que un santo aunque claro esta, estaran los fanaticos religiosos perdon cientificistas que criticaran porque es ir en contra de sus dogmas.
Dejo un extracto interesante y el link al artículo completo:
«Pacientes Famosos Y Oncólogos de las «Estrellas»
Jobs no es la única celebridad que hizo todo lo posible a través del paradigma convencional, que trágicamente tiene una tasa de éxito abismal.
«Michael Landon en realidad si me consultó», dice el Dr. González, «pero nunca llevo a cabo la terapia. Su agente de prensa, Harry Flynn, se convirtió en un buen amigo. Harry y yo seguimos siendo amigos hasta hoy, y esto se remonta a hace 20 años. Tan pronto como una exitosa celebridad desarrolla cáncer, los depredadores convencionales surgen y dicen que los médicos alternativos están es espera, como depredadores, tratando de atraer a los incautos pacientes de cáncer en sus guaridas. Ya saben, he estado en el mundo alternativo por un largo tiempo, y he preparado esta investigación muy convencional. Pero no veo mucha investigación sobre ello en este mundo alternativo.
Lo que si me doy cuenta es que los doctores convencionales hacen exactamente lo que critican de los médicos alternativos. Landon fue tratado por un «oncólogo eminente» proveniente de Cedars-Sinai, quien ofreció una conferencia de prensa. La primera cosa que los médicos convencionales hacen cuando se les presenta una celebridad es una conferencia de prensa. Para mí es casi como el narcisismo, sólo para mostrar lo importantes que son, al presentar la manera en que las celebridades llegan a ellos. A pesar de saber que no hay nada que puedan hacer. Él le aplico a Landon una quimioterapia experimental, pero murió en tres meses. »
Así como lo señaló el Dr. González, los médicos convencionales pueden fallar miserablemente y aun así se consideran héroes. Las personas ven a los médicos alternativos, incluso los más exitosos, con desconfianza, incluso con desprecio. Tras la muerte de Landon, su oncólogo presentó otra conferencia de prensa, y la viuda de Landon estaba impresionada al saber lo “duro» que había trabajado su médico para curar a su marido moribundo.
«Ahora, cuando un oncólogo convencional pierde un paciente famoso, retratan al oncólogo como un héroe en la lucha contra esta terrible enfermedad a pesar de las enormes probabilidades en contra, trabajando hasta altas horas de la noche tratando de mantener viva a la celebridad», es lo que dice el Dr. González. «Pero cuando un médico alternativo pierde un paciente, lo consideran un charlatán de mala calidad recibiendo dinero de las víctimas de cáncer.
… Lo mismo pasó recientemente con Patrick Swayze. Él tenía un cáncer de páncreas muy agresivo. Los oncólogos de Stanford que realizaban su tratamiento daban rutinariamente conferencias de prensa… llenas de optimismo alegre, porque «estaban ayudando”. Murió 18 meses después. Sus amigos son actualmente pacientes míos, pero él definitivamente no tenía ningún interés en la medicina alternativa. Él era muy convencional – utilizo «los mejores médicos» de Stanford”.» http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/dr-nicholas-gonzalez-habla-sobre-steve-jobs.aspx
En relación con el tema: De hecho, tal y como dijo John Ioannidis, profesor de medicina y política de salud en la Universidad de Stanford: «como mayores sean los intereses financieros en un campo determinado, menos probable es que los resultados de la investigación sean verdad», de este artículo: https://cazadebunkers.wordpress.com/2016/02/25/reputados-medicos-britanicos-empiezan-a-denunciar-a-la-mafia-farmaceutica/
Veo comentarios que me parecen criticables.
A veces se habla de «medicina oficial» como si se tratara de una institución eclesiástica. No hay nada así. Hay médicos que lo son por haber realizado una carrera y alcanzado una titulación (ésta sí, oficial) que les permite ejercer como tales.
Los límites de la Medicina son evidentes. El cáncer dista mucho de ser curado en todas sus formas, pero no es menos cierto que algunos cánceres, algunas leucemias infantiles, por ejemplo, son curables en un alto porcentaje de casos.
Sobre las vitaminas se han realizado muchos estudios. Incluso se hizo alguno sobre la pretendida eficacia de la vitamina E en la prevención del infarto. También se ha investigado el efecto de vitaminas y derivados sobre una posible reversión de malignidad a células diferenciadas. Lamentablemente, los efectos terapéuticos no han sido los esperados.
Hay otra cuestión. La industria farmacéutica no está en manos de hermanitas de la caridad ni santos budistas. Busca hacer negocio. Eso no implica que no hagan cosas buenas. Cito sólo un ejemplo, de los muchos que hay: la insulina para tratar la diabetes tipo I. Sin la industria farmacéutca, con todo lo malvada que pueda ser, nos iría peor, aun teniendo en cuenta que no hay medicamento absolutamente inocuo (a no ser que entendamos por tales los productos homeopáticos, pero son tan inocuos como inútiles).
El mèdico Nicholas Gonzalez dijo algo como ¿saben por qué los médicos usan batas blancas en sus consultorios?,¿cuál es la utilidad?… la respuestas fue algo como: Ninguna. Es un símbolo, como una signo de pertenencia a una religión o secta.
Desde la época de Ignaz Semmelweis, cuando menos, «la medicina oficial» ha dado sobradas muestras de comportarse como una institución eclesiástica. Y lo sigue haciendo.
Quienes pretenden ampararse en una imposible posición equidistante, tratando infructuosamente de enmascarar sus tics corporativistas, contribuyen a incrementar la desinformación.
Afirmar que sin la industria farmacéutica nos iría peor, tal como están orientadas a día de hoy sus actividades, demostrada como ha quedado su implicación en múltiples prácticas condenables y que han causado sufrimientos e incluso la muerte de innumerables personas, suena a dogma.
Aparenta evidente que Javier Peteiro Cartelle no pertenece a ninguno de los innumerables colectivos gravemente perjudicados por las actividades de la industria farmacéutica. Esos colectivos que han tenido que soportar además todo tipo de descalificaciones por parte de los partidarios y defensores a ultranza de las actividades de la industria farmacéutica, antes de conseguir el reconocimiento de sus justas reclamaciones y una reparación. Si los consiguen, claro.
Trato de responder a su comentario.
Nada humano puede dicotomizarse claramente en bueno o malo. La industria farmacéutica ha curado y ha matado. Ponía el ejemplo de la insulina; en sentido contrario, tenemos los tristes resultados de la administración de la talidomida a embarazadas.
Ha habido efectos negativos culpables y otros que no lo parecen.
Los diabéticos tipo I se mueren sin la insulina. Es así de simple. Las infecciones bacterianas hacían estragos antes de que hubiera antibióticos. La tuberculosis mató a mucha más gente cuando no había tuberculostáticos que ahora. La clorpromazina permitió un vuelco en una psiquiatría mucho menos humana que la que es posible ahora (aunque tenga numerosas carencias).
¿Cuál es mi dogma, según Vd.? Por otra parte, asegura sin saberlo que yo no he sido perjudicado por la Industria Farmacéutica. Insisto: no lo sabe. Y yo tampoco lo diré. Serlo o no serlo no reforzaría mi argumento.
Gracias por su respuesta.
Y permítame pedirle disculpas por el error que he cometido al utilizar incorrectamente el verbo «aparentar» (DRAE 1ª acepción) en lugar del «parecer» (DRAE 1ª acepción) en mi anterior comentario.
Pese a ello, considero que carece de justificación su afirmación según la cual yo aseguro que usted no pertenece a ningúno de los innumerables colectivos gravemente perjudicados por las actividades de la industria farmacéutica.
Insisto, pese a reconocer mi error, yo no he asegurado lo que usted afirma que he asegurado. Contra ese hombre de paja no embestiré más.
Me pregunta usted: «¿Cuál es mi dogma, según Vd.?». ¿Realmente se ha leído el párrafo de mi anterior comentario cuyas tres últimas palabras son: «suena a dogma»? ¿Y los dos párrafos que lo preceden?
Contra este otro hombre de paja tampoco embestiré más.
Curiosamente, afirmaciónes categóricas incluidas en mi comentario: «Desde la época de Ignaz Semmelweis, cuando menos, “la medicina oficial” ha dado sobradas muestras de comportarse como una institución eclesiástica. Y lo sigue haciendo.» y «Quienes pretenden ampararse en una imposible posición equidistante, tratando infructuosamente de enmascarar sus tics corporativistas, contribuyen a incrementar la desinformación.», obvia replicarlas.
Reciba un saludo.
No entraré a debatir el parecido de la «medicina oficial» con una institución eclesiástica. Allá las instituciones y las «oficialidades», porque aquí también habría mucho que decir y no es el lugar para extenderse.
Pero sí que niego rotundamente ningún tic corporativista por mi parte. Tampoco asumo «equidistancia». Digo lo que pienso y eso puede ser oficialista, anti-oficialista o equidistante. Me es indiferente como se perciba, pues de mi opinión se trata. Es así de simple. Si Vd cree que soy «corporativista» solo me limitaré a decirle que está errado.
Un saludo.
Vuelvo a agradecerle su nueva respuesta. Esclarecedora, en mi opinión.
Reciba un nuevo saludo.
Hombre llamar inocua a la homeopatía me parece una falta de precision importante. Sabe usted que en Francia lo cubre el Estado? Lo que yo no uso, no vale… En fin. Ha oído hablar de la teoría de las cuerdas?
Por otra parte hablar de diabetes en un mundo que la provoca a base de masivas descargas de azúcar me parece ridículo. Es decir, primero nos envenenan para luego salvarnos con insulina. Habría que ver que incidencia tendría la diabetes si comiéramos menos azúcar en menos procesados.
Quizá lo mismo pasaría con el cáncer y los transgénicos…
Lo que esta claro es que con el tratamiento «convencional» del cáncer mueren 7 millones de personas en el mundo. No es esto razón suficiente para hacer algo mas? Yo creo que sí.
Yo creo que nadie tanto en la medicina convencional como en la medicina alternativa puede afirmar que «cura el cancer» lo que hay son tratamientos que dependiendo el caso puede ser curativo o no. Es de gran importancia entender la diferencia entre tratamiento y cura
Con respecto al estudiante de física(mis condolencias a la familia). A la hora de opinar hay que tener en cuenta que no se tiene su historia clínica por lo que hay detalles importantísimos sobre su proceso que son desconocidos aun así resulta imprescindible preguntarse que hubiese pasado si no hubiera abandonados los tratamientos convencionales, ¿se hubiese curado? tal vez si,quizá no como saberlo
Como libertario respeto el derecho de cada afectado a elegir por que sistema quiere tratarse y aquí hay que poner el foco en lo que siempre dice Miguel el «derecho a la información» sin importar que terapia se elija lo primero que hay que hacer es informarse bien ya que nadie tiene la verdad absoluta y uno mismo termina siendo dueño de sus desiciones.
Por ultimo Josep el 99% de la gente que muere a causa del cáncer se trata con los métodos convencionales.
Tremendos datos los del artículo. El cientifismo imperante más bien se asemeja a un conglomerado de pseudociencia barata y publicidad masiva. Regando en este «jardín» organismos «sanitarios» clave y servidores bien cebados con o sin bata, eso sí, parecen tener muy claro sus objetivos y métodos, basta con ver a quién se le abren las puertas giratorias y a donde conducen las mismas, quien paga y aprueba los estudios «científicos» o los manda a una discreta papelera si no son convenientes, quien financia sociedades, instituciones, institutos, colegios o cualquier ente que tenga relación con su negocio… ¿Quizá el 90% citado es demasiado optimista?.
A ver si lo entiendo. A un enfermo de cáncer le dan vitaminas y lo matan las vitaminas. A un enfermo de cáncer le dan quimio y muere de cáncer. ¿Es así cómo funciona el tema? (Me refiero a la noticia enlazada sobre un estudiante de Física). Tiene huevos razonar así…
Lo que mató al estudiante de física fue abandonar la quimioterapia (la que, quizá, no hubiera podido salvarlo tampoco), pero las vitaminas seguro que no lo salvaron
«Las vitaminas seguro que no lo salvaron». Habría que ver la efectividad de las mismas en estudios, y comparar su efectividad respecto a los tratamiento oficiales. Pero eso no va a hacerse. El razonamiento tiene huevos, como venía diciendo…
Y no, lo que mató al estudiante no fue abandonar la quimio. Lo que mató al estudiante fue el cáncer.
Josep no tienes ni idea de lo que dices, reflexiona un poco y te irá mejor, solo dices incoherencias. La medicina oficial no tiene ni una sola ley y no puede demostrar nada, maneja alrededor de 5000 hipótesis. Contradice eso si puedes y demuestralo.
A lo mejor este documental aclare un poco el panorama sobre el cáncer y el montaje que hay detrás y ya no tan oculto.
https://vimeo.com/41165717
Es un «fake», Synchro. No tienes más que buscar información sobre el supuesto médico, que supuestamente trabajó en el National Cancer Institute de USA.
En mucho estoy de acuerdo, pero que la ciencia ha aumentado las expectativas de vida, eso tiene tela, el agua limpia y el jabón y no mezclar aguas servidas con aguas potables, si a eso lo queremos llamar «la ciencia» pues bueno… Menonitas, Amish, Hunza, etc, no usan ciencia mas que la ancestral y tradicional, sin ningún sistema instituido aparte de ellos mismos y tienen mas expectativa de vida y mejor calidad que cualquier sociedad que tiene a «la ciencia» como una entidad instituida manejada por genios de bata blanca y comisiones inútiles que son en si mismas mas peligrosas que la propia enfermedad…
¿fuentes?, ¿referencias?, ¿pruebas?, ¿algo que sustente las fantásticas afirmaciones que aportas?
Lo que es seguro es que tu no daras una prueba de lo que afirmas. Que harto estoy de mentirosos como tu.