Vacuna del papiloma: cuantos más daños… más falta hace el debate
¿Es anatema hablar de los problemas de las vacunas? Lo es. Está claro. Pero eso contradice el espíritu de la llamada Medicina Basada en Pruebas. ¿Cuándo podrá hablarse con libertad de los problemas con Gardasil y Cervarix, las vacunas del virus del papiloma humano? Porque la Ciencia tiene mucho que aportar.
Eso es lo que se pregunta el psiquiatra, psicofarmacólogo, científico y escritor de prestigio David Healy en un post de su blog. En realidad, el post está escrito por John Stone, un abogado defensor de la seguridad de las vacunas a invitación del primero. Se centra en un caso que, por cierto, ya contamos hace tiempo en este blog, la censura que recibió una famosa presentadora de televisión de Estados Unidos, Katie Couric, a manos de personas supuestamente defensoras de la ciencia pero con muy poca capacidad crítica hacia las vacunas.
A Couric se le ocurrió montar un debate de gran nivel, estaba una de las científicas que desarrolló la vacuna del papiloma (Diane Harper, que luego criticó con gran dureza el producto) y daba voz a personas afectadas por graves reacciones adversas tras la inmunización.
El episodio de censura y acoso duró semanas pues luego se trasladó al blog de la periodista.
Cuenta Stone en su post sobre las maquinaciones de abogados y elementos pagados directa e indirectamnete por uno de los productores de la vacuna para reprimir a quienes critican cualquier aspecto de esta (y otras) vacunas y calificarlos como «antivacunas».
Es interesante porque esas estrategias para intentar acallar críticas fundadas a un producto sanitario se producen también aquí en España. Es algo que describo bajo el título La policía de las vacunas en mi libro Vacunas, las justas ¿Son todas necesarias, efectivas y seguras?, que publiqué hace un par de meses.
Stone-Healy se hacen eco también de un documento de gran valor para conocer la verdad. Se trata de una reciente revisión de la evidencia sobre esta vacuna hecha por el independiente Instituto Japonés de Farmacovigilancia y publicada en su boletín, Med Check, cuyo editor es Rokuro Hama, también asesor especial de la Colaboración Cochrane, una de las publicaciones imprescindibles de la citada corriente Medicina Basada en Pruebas.
Hama se ha basado en los ensayos clínicos que tuvo que hacer el laboratorio GlaxoSmithKline para que le aprobasen Cervarix, su marca de vacuna para el papiloma. Como iba a desgranar este documento en un próximo post permitidme que sólo os ofrezca una de sus conclusiones:
El daño que provoca la vacuna es abrumadoramente mayor que el beneficio esperado».
A las autoridades sanitarias se les puede explicar más alto pero no más claro. Seguid leyendo eso sí.
La TV2 de Dinamarca ha publicado un documental que da voz a varias chicas afectadas en aquel país.
El trabajo periodístico deja ver fallos en la farmacovigilancia de esta vacuna, retrasos sospechosos de la agencia danesa de medicamentos y da a entender que la misma está protegiendo esta inmunización. Incluso un responsable de la misma afirma que aunque se compruebe la relación de causalidad entre la puesta de la vacuna y los daños que sufren las jóvenes del país nórdico «no se retirará del calendario de vacunaciones» de Dinamarca.
¿La razón para afirmar tal cosa? Se pondría en peligro la posibilidad de evitar cánceres de cuello de útero que se supone que es para lo que sirve la polémica vacuna, lo que desmiente Hama con datos del fabricante de Cervarix, como he comentado.
Contrasta esta actitud con la de autoridades que sí han estudiado a fondo las reacciones adversas graves de Gardasil y Cervarix, como las de Japón. Su conclusión ha sido clara: dejar de recomendar esta inmunización y quien quiera vacunarse (no se ha retirado del mercado nipón), ha de ser advertido por los médicos y doctoras de la sanidad pública japonesa de que la vacuna NO está recomendada.
Queda claro que sólo es cuestión de voluntad política hacer una moratoria con la vacuna del papiloma (en Japón los laboratorios productores de la del papiloma también «trabajaron» el lobby para que el Gobierno no adoptase dicha decisión).
No obstante y por ampliar la información que ofrece la televisión danesa, en el un buen número de estudios sobre reacciones adversas en ese país (y continúan haciéndose). Unos están realizados por investigadores privados y otros del servicio de farmacovigilancia danés.
Si bien es cierto que todos indican que hacen falta más análisis para determinar la causalidad… Es decir, hay trabajos científicos en Dinamarca que muestran una alta probabilidad de que los daños causados en las chicas sean por la vacuna. Es un punto de partida pero no es suficiente.
Algo similar ha ocurrido en España con la vacuna de la varicela. El Gobierno, a mi modo de ver con buen criterio, ha detectado un sobreuso y abuso de esa inmunización; un peligro para la salud pública y ha sacado de las farmacias el producto, dejándolo en hospitales para casos justificados. Esto podría hacerse con la del papiloma: sacarla de los calendarios y ofrecerla sólo de uso hospitalario (advirtiendo el porqué de la decisión).
PUBLICIDAD: Mi libro Vacunas, las justas ¿Son todas necesarias efectivas y seguras? (Península, 2015) contiene capítulos específicos sobre la vacuna del papiloma.
Raquel, la primera razón de la ciencia debe ser la adquisición de conocimiento y después, la aplicación de ese conocimiento para la innovación, para el desarrollo de tecnologías en beneficio de la humanidad. Esto que ha venido siendo así durante muchos años, en algún momento se ha trastocado. El culpable, el mercado. Se está pretendiendo justificar como aceptable, como bueno, todo aquello que tenga potencial de rendir un beneficio económico, sin tener en cuenta otros parámetros de alto valor social, humanitario, etc.
La vacuna del VPH podría considerarse un producto de la ciencia si se hubiera concebido con ideas científicas, con método científico. Pero para nada estamos en este caso. La vacuna del VPH -me temo que también alguna que otra más de las nuevas vacunas- es un producto, sin lugar a dudas, del mercado. Es lo que hay, y ya vamos aprendiendo como se las gasta este. Todo vale con tal de obtener ganancias, cuantas más mejor aunque sea a costa de que otros pierdan algo tan grande como la salud.
Por supuesto que debería de haber una colaboración entre lo que tu refieres como la ciencia y otras terapias alternativas, pero no estoy de acuerdo en que las terapias alternativas sean ajenas a la propia ciencia.
Gracias por su blog, necesitamos periodistas que divulguen y hagan reflexionar sobre los errores de la ciencia. Debería haber una colaboración entre la ciencia y otras terapias alternativas, pero lamentablemente hay una estigmatización y lucha de intereses donde la salud del ciudadano queda relegada a un tercer plano.
Saludos.
Las vacunas del papiloma son un veneno. Acabo con parte de mi vida. Y en mi país Colombia ha destruido los sueños de muchas mujeres.
Mi hija es afectada por este veneno con solo una dosis de esto va a hacer un año mi hija no camina perdió su sensibilidad en casi todo su cuerpo y no tiene control de esfínteres nuestra vida cambio por completo hemos sufrido cosas inimaginables grandes dolores y exámenes terribles ya con un diagnostico de invalidez Dios no permita que esto continúe.