Una cesárea al miedo
Ayer fue algo así como el Día del Parto Natural en los medios de comunicación. Bienvenido sea. El diario El País dedicó un reportaje de dos páginas a la medicalización del parto, crítico y justificado, cargado de razones. Lo tituló Que el parto natural no sea excepción. Explica con rigor que el abuso de episiotomías, cesáreas u oxitocina tiene consecuencias para la salud de la madre y del bebé. Parece mentira que a estas alturas haya que explicar esto pero es necesario. La tasa de cesáreas supera aún en un 7% lo recomendado por los estándares internacionales.
Supongo que motivado por este dato el Telediario de Televisión Española (TVE1) realizó un reportaje de cuatro minutos (desde el m. 42′ 13») sobre el asunto. Me ha escrito una lectora en un tono muy crítico con esa publicación, algo que comparto en parte, aunque a mí no me parece que el tratamiento del tema fuera tan sesgado. Se queja de que el asunto de la cesárea en España fue tratado:
«de manera imparcial y sobre todo falta de fundamento (…) Se plantea la cuestión de que en España la tasa de cesáreas es mayor que la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y una vez más, lejos de revisar los protocolos y lo que se está haciendo mal, hay que echar toda la culpa a las mujeres. En este caso ponen como excusa que las mujeres dan a luz por primera vez cada vez son más mayores o que han concebido mediante reproducción asistida. El ginecólogo que sale, que se ríe y habla sólo de complicaciones me parece lamentable. Y lo peor es que sale otro diciendo que muchas veces se ven obligados a hacer cesáreas porque las mujeres así lo quieren y si algo sale mal por la vía vaginal les cae una demanda muy cuantiosa. Y digo yo, si yo voy al hospital y pido parto natural y no respetan mi decisión, ¿no tienen miedo de que yo les ponga una demanda en ese caso?
En la noticia sólo sale una persona (no vestida de s
Desde mi punto de vista las numerosas mujeres que son sometidas a cesareas innecesarias son en realidad Target Individuals (ellas no lo saben pero estan siendo en realidad victimas de una masiva negligencia medica encubierta bajo unas supuestas practicas medicas recomendables). Que conste que no me refiero a estrategias para reducir la natalidad.
Otro ejemplo claro seria el caso de la epidemia de obesidad que se nos dice ahora que viene causada por el deficit de leptina (una supuesta encima que regularía la adiccion cerebral a la comida, el alcoholismo, la cocaina, etc). Se nos dice ahora en todas las publicaciones medicas que el deficit de leptina es la causa de que el cerebro de los obesos no se siente nunca saciado por la ingesta de alimentos. Si esto fuera cierto los obesos serian tambien mas tendentes al alcoholismo y la drogadiccion, cosa que no es cierta. Por eso de alguna manera yo catalogo tambien a los obesos como target individuals, a los que se les va a estigmatizar y considerar enfermos mentales.
En definitiva que las publicaciones y revistas de investigacion medica se han convertido hoy dia en un carrusel de disparates pseudocientificos y la gente ya se lo toma a mofa cada vez que lee estos informes cientificos.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/05/23/aunque-lo-intento-no-puedo-dejar-de-comer-98482/
Hola a todas y todos por España. He leído todos sus correos y me parecen interesantísimos, como para tomarlos de refuerzos en una tesis sociológica o antropológica del parto. Soy médico (mexicano y trabajo en comunidades indígenas con parteras y parteros, en el estado de Chiapas, México, desde hace 30 años) y siempre me ha interesado el PROCESO FISIOLÓGICO del parto.
En las regiones indígenas de Los Altos de Chiapas el parto se atiende de la siguiente manera: la mujer hincada; el hombre (marido o familiar) enfrente,sentado en una silla; la partera (o matrona, como dicen por allá ustedes)se coloca por atrás de la mujer para recibir al niño. Al iniciar las contracciones uterinas (dolores de parto) la mujer abraza al hombre por el cuello, para sostenerse y tener más fuerza al pujar; por su lado, el hombre la abraza por la cintura y presiona (con sus brazos y cuerpo) por arriba del vientre para que baje el niño (esta maniobra, en medicina alópata, le llamamos maniobra de Kristeller); la partera, expectante y dirigiendo a ambos, mete sus brazos por debajo de la enagua (falda) de la parturienta para recibir al niño (nunca una mujer pare desnuda o enseña sus genitales a la persona que atiende el parto).
La posición de la parturienta, en forma «vertical», ayuda (por gravedad) a que decienda mejor el bebé. El abrazo entre la mujer parturienta y el marido es una forma de participación más activa del marido, comulga con su mujer en este momento de esfuerzo y le da más seguridad.Generalmente, ambos terminan sudando y extenuados por el trensado esfuerzo realizado. Nada que ver con la forma de atender el parto que me enseñaron en la escuela de medicina y que practiqué en mi internado de pregrado, en un frío hospital militar. Lo que me ha llamado la atención en este PROCESO FISIOLÓGICO, es que el umbral de dolor de las mujeres mestizas es más bajo que el de las mujeres indígenas. Estas últimas nunca gritan en el momento de las contracciones; si acaso, únicamente, hacen alguna mueca y se colocan las manos en la cintura para sobre llevar el dolor. Esta es una cuestión cultural (que se traduce en actitudes individuales y, por consiguiente, en acciones = cesárea). El embarazo y el parto para las culturas indígenas es algo totalmente natural, a las mujeres no les «meten miedo al dolor» en su circulo familiar o de conocidos; como sí se hace, generalmente, entre las mujeres mestizas.
Algunos médicos, del sector salud, promueven o deciden las cesáreas por algunas razones:
1.- Por flojos e irresponsables. Ya que no quieren estar controlando el parto. Más, si la mujer llega al servicio ginecobstétrico en la noche-tarde o fin de semana. Es más fácil para el médico operarla en media hora e irse a descansar.
2.- Porque la mujer lo pide, debido al miedo que la sociedad le ha influído.
3.- Por ese mismo miedo, generalmente el útero no dilata (es una respuesta social-física-hormonal-mental al parto vía vaginal).
En las regiones indígenas, las parteras de edad avanzada y con mucha experiencia, soban (acomodan el producto con sus manos) el vientre de la embarazada desde los 4 meses de embarazo, le dan consejos ( también al marido y a la familia), administran plantas medicinales y dietas diversas. La meten al temazal (baño de vapor indígena)en el puerperio, para que se limpie su matríz y los músculos abdominales y pélvicos recuperen su lugar. Las parteras indígenas «no ofrecen o venden» sus servicios (como lo hacemos los médicos alópatas). La familia de la mujer embarazada (esposo, mamá y/o papá u otro(a) pariente) van a visitar a la partera (generalmente al tercer mes de embarazo)y le solicitan que la atienda. La partera, en esta primera visita se niega cortesmente. En una segunda visita, la familia le lleva un regalo (generalmente un pollo u otro alimento), nuevamente se niega, aduciendo que ella no es buena y que existen otras parteras que lo pueden atender. En la tercera visita, con otro regalo en especie, la partera acepta atender el embarazo, parto y puerperio. Esta relación, del proceso de solicitud de los servicios de la partera, se explica de la siguiente manera: si algo sale mal en el parto (que es muy raro si existe una atención temprana del embarazo y con parteras experimentadas)la culpa no es de la partera, pues ella no se ofreció; le fueron a rogar los familiares que atendiera el parto. En cambio, en el ámbito mestizo, el médico se ofrece a través de sus promociones, anuncios y cobra en dinero. Es otra la relación que se establece en nuestra sociedad mestiza, la cual genera otro tipo de problemas (como dicen, las demandas por mala atención).
Bueno, amigas y amigos, un saludo desde estas montañas (cerros) del Sureste mexicano (como dijo el Sub).
Dr. Rafael A. Lavín
Rafael gracias por esta entrañable crónica del parto indígena en México, suerte.
Miguel, seguro que Acuario vale la pena, mi comentario apuntaba a señalar como se dirigen a los potenciales usuarios-que no son los jóvenes mileuristas-más bien parecen personas muy satisfechas y serenas. El video no sólo es «excesivo» sino que apunta al miedo y ofrece un lugar que parece tu casa, queda fuera el hecho de que estás allí por que necesitas atención médica, se explota descaradamente el miedo.Es como los que te venden una parcela en un cementerio privado, añosas arboledas, un verde apacible, los pájaros trinan respetuosos del entorno, da gusto… has visto lo desagradables que son los cementerios públicos.
Saludos.
Señor Jara la mujer de hoy igual que el hombre de hoy no tienen la «potencia» suficiente para tener hijos como antaño, las cosas ahora están mas complicadas, o sea la humanidad en general se ha vuelto mas «fofa»
En estos cuarenta ultimos años la humanidad se ha alejado de la naturaleza como nunca lo habia hecho en toda su historia anterior, por esto a la mujer le cuesta mucho mas concebir y parir, hoy la esterilidad va a mas, hay muchas mujeres esteriles y el hombre tambien se está volviendo cada vez mas esteril.
Solo un dato de los mas de 10.000, estamos envueltos en plastico, chupetes de plastico, envases de plastico, sillas de plastico, ropa acrilica, y un sinfin de plasticos que conviven con nosotros., pues bien el plastico tiene varios componentes muy venenosos para el ser humano. Ademas de las causas que comenta con cierto tono feminista-amenazador Isabel y muchas otras.
Es llamativo que, en momentos en que se producen recortes a la salud pública de magnitud, aparecen éstos artículos en diarios como El País, que parece que acaban de descubrir las maravillas del parto natural y los excesos en la práctica de cesáreas indiscriminadas y masivas, que suben los costes hospitalarios de manera exponencial. Sería entonces una buena manera de comenzar a recortar gastos, con la apariencia del cuidado y la buena praxis. Tenemos por otro lugar, sitios como el que visité hace unos instantes, Acuario de Beniarbeig, en cuyo institucional, en los primeros 30 segundos! Ana, enfermera del lugar dice: «Cuando llegan aquí dicen, es que no vuelvo más al hospital, yo creo que es muy, muy, importante, es que el pavor a los hospitales es impresionante, cuando hueles a hospital te sube la tensión y nos enfermamos». Habría que hacer una cesárea al miedo allí también, que te parece?. Allí envío el enlace con el institucional. Conmovedor.
Saludos.
http://youtu.be/OrAp3ymutfA
Carlos, Acuario es el referente en España de clínica de parto natural, conozco a su director sólo de pasada, conocí algo más a su diretor de Comunicación, he conocido a padres que han parido allí y sus vivencias son impresionantes, es algo muy diferente a lo convencional y con una visión imprescindible. Un video como este es marketing no lo olvides pero aparte de los «excesos» del marketing, Acuario por lo que sé merece la pena.
Me parece muy interesante el planteamiento, pero subrayo el título, “una cesárea al miedo”
El miedo se a convertido en el acompañante más certero de nuestra vida. En el sentido del parto: el hombre tiene miedo a tomar las riendas de las decisiones y prefiere que las tome el médico. La mujer por miedo a defraudar al marido, consiente (en algunos casos).
Los médicos como dice Clara por miedo a perderse “su tiempo” se permiten que la mujer pierda su vivencia, con lo que el bebe también se la pierde…y le marcará su vida. El personal sanitario como ha de obedecer al médico, lo justifica todo, además hay el miedo a perder el puesto de trabajo, parto rápido, asistencia rápida, y que la madre este lo mas alelada posible, molesta menos y si dice algo “era producto de la anestesia” todo está justificado si lo necesita un médico. La consecuencias ya se las gestionará la madre y en algunos casos ambos padre y madre o la pareja del tipo que sea.
Estoy de acuerdo con Silvia en el término “interferencia” es lo que se entiende por normalidad cuando haces el recorrido que hizo ella, en ese recorrido es lo que te encuentras, que pudiera evitar las “interferencias” y el ambiente acompañara es lo mejor que le pudo pasar. Pocas personas hacen ese esfuerzo todavía. Por eso hay que reconocer que aún hay un camino por recorrer en el que la mujer pueda y sepa decir qué es lo que quiere vivir en ese momento (salvo complicaciones, claro) ese será el camino para dejar al médico en su sitio y a la comadrona que ayude, pero el protagonismo nunca ha de ser de ninguno de los dos, ese es de el bebe y la madre..y compañía.
Carmen, es cierto que como tú muchas mujeres han encontrado allí la forma de tener el apoyo necesario para tener un parto como dices con intimidad, es lo mejor, pero también hay que buscar las comadronas cercanas que saben y pueden ayudar en el domicilio, siempre que esté cerca de un hospital, aunque curiosamente pocas lo han necesitado con una buena preparación.
En estos temas se hace más patente el miedo de los médicos a perder su parcela de poder, están confundidos, no es poder lo que tienen que utilizar, son conocimientos y vocación al servicio de…
Total que sí, la mayor parte de las cesáreas son por conveniencia del médico, el bebe nace en un ambiente de miedo, mal comienzo. A este ultimo sí que hace falta extirparlo, al bebe hay que dejarlo nacer.
Yo, ya sabiendo las condiciones en las que probablemente me tocaría parir, decidí, junto con mi pareja, irme al Hospital (más bien sanatorio, diría yo) Acuario en Beniarbeig. Pienso que si la mujer es capaz de llevar a cabo un embarazo también es capaz de parir sin necesidad de la ayuda estrictamente necesaria, siempre y cuando se trate de un parto en salud, claro. Somos capaces de parir, pero necesitamos intimidad, oscuridad, confianza, tranquilidad, tiempo, soledad, parir en la postura que nuestro cuerpo elija y cariño. Todo esto y más es lo que encontramos en Acuario: un equipo de gente profesional, cercana y amorosa, en un lugar sin masificar. Una pena que tuviera que irme tan lejos de mi casa para poder ejercer mi derecho a parir como la naturaleza manda.
Hola:
He tenido dos cesáreas, mis hijos tienen ahora 7 y 2 años.
La primera fue un parto inducido en la semana 38 y acabó en cesárea, el segundo directamente cesárea, protocolo aplicado por tener cesárea previa.
Si hubiera habido algún problema las hubiera aceptado. La primera me pillo desinformada, en la segunda una vez ingresada en el hospital y tras hablar con el ginecólogo de planta le pedí algún motivo para la cesárea (tanto el niño como yo estábamos estupendamente), no pudo dármelo y me volví a mi casa, a los pocos días volví a ingresar y el parto había comenzado pero como ya me conectaron la oxitocina, etc y todo tiene que suceder según lo establecido, pues acabó también en cesárea.
Y yo me pregunto, ¿por qué tenemos todas que parir en la semana ‘XX’ como mucho?, tal vez aún niño necesite un día más, insisto en que si algún problema existe soy la primera en decir que se haga una cesárea.
¿Por qué inducir y no dejar que todo transcurra de forma natural? ¿No hay matronas suficientes? ¿Molestamos al cambio de turno de matronas, ginecólogos, etc…? ¿Hay que amortizar de alguna manera tanto instrumental y aparatos para el control del parto? Soy consciente de que hay quien lo ha pasado peor con partos naturales y también tantas parejas que no han podido tener hijos y se cambiarían por mi, pero una cosa no quita la otra.
Tenemos que informarnos mucho y ser valientes para negarnos a tantas cosas, es necesario cambiar de mentalidad y quitarnos la venda de los ojos. Después de 7 años es la primera vez que hablo del tema, no tengo el valor suficiente para afrontarlo, al nacer mi segundo hijo, decidí dejar el tema apartado para poder disfrutar de mis hijos y aún así me pasé el primer año de mi segundo hijo llorando cada noche al acostarme, y sigo llorando al escribir estas líneas. Son dos espinitas que duelen mucho.
Un saludo.
Otra cosa que influye en la capacidad de parir de la mujer, además de la inseguridad que le viene transmitida desde la medicina oficial tratando el embarazo y el parto como si de enfermedades se tratasen, es el haber dejado de emplear la forma fisiológica de ir al baño que es natural en la mujer, la postura en cuclillas. Adoptar esta postura tantas veces al día como suele ser necesario ir al baño, ayuda, además de a evitar el estreñimiento, a tener los músculos de esa zona en forma y bien irrigados.
Los hombres, aunque evidentemente no necesitan agacharse para orinar, la postura en cuclillas para defecar, les ayuda a mantener la próstata sana. Precisamente en Japón, los retretes han sido hasta años recientes, en que está entrando la corriente occidental, de muy baja altura, tipo las placas turcas (tan popularmente despreciadas) de forma que la postura en cuclillas se mantenía bastante. También viene bien adoptar esta postura en más ocasiones a lo largo del día, a modo de ejercicio gimnástico, gracias a lo cual se evitarían las pérdidas de orina tan habituales hoy día en mujeres. Asimismo, se ha visto que este «ejercicio», reduce las roturas de cadera a edad avanzada.
Ante todo, soy hombre y no sé de dolores de parto. Pero, en la Naturaleza, no existe cesárea. Sin ser mamíferos, los polluelos que no tienen capacidad para romper su cascarón para salir, no sobrevivirán aunque sean ayudados.
Por otro lado -si bien me veo obligado a recurrir a la empírica- la experiencia nos da cuenta de que quienes no tienen la oportunidad de salir por sí mismos del vientre materno por varias razones (yo soy uno de ellos) se ven obligados a tener que afrontar en la vida todos los desafíos de un modo quizá más traumático.
Por otro lado (y esto es sabiduría milenaria de Extremo Oriente) el parto natural permite eliminar del cuerpo de la madre una cantidad de toxinas que de otro modo no eliminaría. En Japón, en donde he vivido y sigo en contacto, las mujeres mayores conservan su cuerpo como cuando eran jóvenes porque además de haberse sometido en su gran mayoría al parto natural, guardaron la cuarentena (con técnicas empíricas milenarias) y al pasar los 60 años no tienen en su mayoría ni problemas genitales, ni problemas de piernas. Porque según dicen, son los partos irregulares (por cesárea y sin cuarentena)los que después terminan pasando la cuenta cuando la mujer llega a los 60 años. La mujer actual «no tiene tiempo para perder» ya que su estatus de vida no se lo permite, nos encontramos envueltos en una vorágine en donde quien se toma un descanso pierde. Pero esto luego pasa factura tanto en nosotros como en nuestros hijos.
Daniel, la capacidad de parir de forma natural de la mujer está disminuyendo precisamente por noticias como la que hemos visto.
La razón es más cultural que fisiológica y hay que cambiar muchas cosas, sobre todo en el subconsciente de la sociedad dominada por el patriarcado (Como el «parirás con dolor». Para hacer tal afirmación hay que tener datos.
Hola de nuevo Miguel,
Me gustaría contarte que yo he parido a mis tres hijos en casa a la edad de 22, 24 y 35años(ahora ellos tienen 25, 22 y medio y 12 y medio). Con el primero, traté de tenerlo en un centro hospitalario y me recorrí unos cuantos de mi zona (San Sebastián), tanto públicos como privados, preguntando si el parto podía ser sin intervención médica o farmacológica salvo que fuese necesario. Lo más que conseguí fue tener frente a mí a un ginecólogo en cuclillas tratando de convencerme de que estar en cuclillas en el suelo o boca arriba con las piernas encogidas en una camilla era lo mismo.
Por tanto, me pareció más seguro tenerlo en casa acompañada por un par de médicos de Bilbao que entonces atendían a domicilio. Para el segundo parto, ya no tenía ninguna duda: pariría nuevamente en casa y con el mismo médico del primer parto. En el caso del tercero, contaba en ese momento con posibilidades económicas para parir en la clínica Acuario de Alicante, y como mi actual marido (no el mismo que el de mis dos primeros hijos) no estaba muy convencido del parto en casa, nos fuimos a visitarla y a escuchar las charlas que proponían. Tras unos días allí, mi marido pasó a ser un auténtico convencido del parto en casa y así nació mi tercera hija, como los otros dos, en casa.
Por entonces, tuve la suerte de contar con una amiga matrona que me quiso atender, porque en ese momento no había nadie que atendiera en la zona, salvo un médico que tenía que venir desde Huesca. Ninguno de los tres partos tuvo complicación y eso que el segundo vino con vuelta de cordón y en el tercero yo ya tenía mis añitos. Al primero lo tuve medio sentada, al segundo completamente tumbada y a la tercera totalmente en cuclillas siendo mi marido quien me sujetaba por detrás. Es decir, 3 partos en casa y los tres distintos. Pero lo más importante que tuvieron en común fue que nadie interfirió en el proceso y yo dí a luz o mis hijos nacieron, como la naturaleza lo dispuso.
Teniendo en cuenta todas las críticas que tenemos que soportar tanto las que parimos en casa como los que están dispuestos a atendernos/acompañarnos, nunca dejaré de agradecer suficientemente a estos profesionales su labor.
Silvia me ha gustado el concepto de «interferencia» porque se ajusta a lo que describimos ene ste blog cuando tratamos temas de parto.
Me he quedado muy asombrada con este artículo, ya que en los paises subdesarrollados como Venezuela, hace 22 años , teniendo yo 39, me hicieron cesarea, porque era primeriza y no tenia la anchura de pelvis adecuada, y no me ataron, el anestesista me fue informando de cada paso de la epidural, estuve despierta, vi a mi hijo en cuanto lo sacaron, me lo dejaron encima de mi pecho un momento, luego se lo llevaron para limpiarlo, pero fue muy hermoso, el trato cariñoso de los que intervinieron, estuve tres dias hospitalizada, y consentida por todos, y luego me fui a mi casa con mi niño precioso, lo que cuentan y he sabido de los partos y cesareas aqui es como un cuento de miedo,seria bueno cambiar de forma de hacer las cosas, mirar al subdesarrollo y aprender. Muchas gracias por todo.
Es verdad que se hacen cesareas en demasia, pero los medicos se encuentran en la disyuntiva de que cada vez la capacidad de parir de forma natural en la mujer está disminuyendo y los partos se complican por diversas causas muchisimo mas hoy que en tiempos anteriores. En el esperma humano masculino pasa algo similar cada dia es de menor calidad y es a nivel mundial y sobre todo en el primer mundo y es por efectos de la contaminacion entre otros claro.
Daniel lo del esperma es cierto pero no entiendo eso que he puesto en negrita…
Los que hemos trabajado en la sanidad sabemos las razones reales: no hay suficientes comadronas, los médicos no quieren esperar a que la mujer dilate porque quieren irse a casa, etc. y son los primeros en meter miedo a las mujeres. Ah, y los medicos no saben las tecnicas que saben las comadronas y con una cesarea el médico u hospital cobra más y la mujer ESTÁ CALLADA.