¿Existe el mobbing en la oncología?
A raíz de la publicación de un nuevo video por Discovery DSalud, mi amigo y colaborador habitual de este blog, el Dr. Javier Herráez González, oncólogo especializado en medicina biológica, hace algunas reflexiones sobre oncología, tratamientos convencionales y su experiencia con otros complementarios eficaces y no agresivos. Herráez se vió obligado a dejar su puesto de oncólogo en un hospital por utilizar con los enfermos que trataba diversos tratamientos complementarios que les beneficiaban:
La introducción del 17º video de Discovery DSalud Televisión, titulado La Oncología Integrativa o Abordaje Oncológico Integral dice exactamente:
“La posibilidad de que un oncólogo proponga en un hospital a un enfermo con cáncer un tratamiento que vaya más allá de la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia es a día de hoy prácticamente nula. Le costaría el rechazo ideológico de la mayoría de sus colegas e incluso el moobing laboral. Y en caso de proponerlos como alternativa a los tratamientos convencionales hasta serios problemas legales”.
Esto es, en la actualidad, muy posible pero no quiere decir que tenga que ser inamovible, solo depende de nosotros, de las personas. Soy uno de los contados oncólogos que en España tenemos estudios y experiencia en medicina biológica. Comencé en acupuntura, la conocí cuando me trataron, con bastante éxito por cierto, de una ciática y una cefalea de Horton. Ambas cosas me incapacitaban pero no tenía más remedio en ese momento que seguir trabajando a pesar de mis dolencias. La reacción de mis compañeros era de desconcierto pues tomaba dosis máximas de analgésicos “alopáticos” y el tema no mejoraba.
Estaba drogado, por eso aguantaba y podía trabajar, pero el dolor era el mismo aunque me daba igual y hasta me reía por el “flipe” que me producía el opiáceo que ingería. Sin embargo, no evitaba mi sufrimiento. Un amigo me llevó a acupuntura y el proceso mejoró definitivamente hasta la resolución total y por eso decidí estudiarla. Paralelamente, las jaquecas fueron remitiendo también pero cuando se lo comenté al jefe de Neurología que me trataba, su respuesta fue “darse media vuelta e irse”, por supuesto no volví más a su consulta. Esta reacción de mi neurólogo no explica cómo funciona el sistema sino cómo funcionamos las personas que hacemos posible que el sistema continúe así: médicos y pacientes. Con posterioridad, he tenido algunos desaires más de mis compañeros por ser diferente, pero ahora soy consciente de que no eran cosas personales sino consecuencia de trabajar en un medio muy bien controlado, aunque sobre todo consecuencia de la falta de respeto y del “miedo” al diferente.
Es cierto que podemos pensar que a los gestores y dueños de este sistema no les interesa que la cosa cambie. Pero por otro lado existen los “usuarios” del sistema que también imposibilitan que esto se de: los que nos dan trabajo a los demás, los pacientes y los ejecutores últimos, los que vivimos de esos trabajos. Pienso que podríamos ser víctimas de un control para que tengamos miedo a cambiar, pero no sé si este control es intencionado o no. Porque las cosas son creadas por nuestras mentes también. Lo que creo es que los que sufrimos las consecuencias del sistema (médicos y pacientes) somos los únicos responsables de lo que nos ocurre.
Es cierto que en el sistema médico actual todo es muy dogmático pero, si no cambia, es porque nosotros no lo creemos necesario aún. Por un lado hay una “fe” absoluta que nada tiene que ver con una actitud científica, y también existe la desinformación, consentida por omisión de los profesionales, de que existen otras maneras de afrontar la salud. No estoy hablando de que lo que tenemos en oncología sea mal intencionado, yo mismo he ayudado a pacientes así, pero sí tengo el derecho a pensar que, desde mi experiencia previa y actual, es perjudicial a la larga. Tampoco estoy hablando de que no sirva nunca y haya que dejarlo todo. Solo estoy hablando de que quizá se podría hacer de otra manera. Creo que estamos llegando a unos niveles de “fanatismo” muy marcados, dogmatismo más bien, y en esto aunque los responsables principales ya no son los pacientes, y sí haya unos evidentes determinantes económicos, también en cierta manera la responsabilidad es de estos pacientes que deben firmar los consentimientos informados y se dejan hacer.
Los pacientes no tienen derecho a quejarse del sistema si en este se les trata lo mejor que se puede. Tendrían ese derecho sólo aquellos que, por querer hacer las cosas de otra manera, pudieran ser perjudicados o “no ayudados” por el mismo sistema. Los médicos tampoco podemos quejarnos del sistema si no es lo útil que nosotros quisiéramos, pero sí lo tendrían aquellos que conociendo que existen otros procedimientos que podrían ser mejores o complementarios, sin embargo se negaran a investigarlos por miedo a la posibilidad de que tuvieran que salirse del mismo sistema.
En la vida, cuando hacemos algo que no nos gusta sólo somos responsables nosotros mismos y si seguimos siendo infelices por miedo a cambiar es nuestro problema. Al principio me quejé de no ser valorado por el sistema, pero el único responsable de lo que me pase soy yo. Sí es cierto que lo pasé mal hasta que me fui, pues mis jefes no me apoyaban y menos me comprendían, pero lo que estaba claro es que una persona sola no puede cambiar un sistema en el que creen, por el contrario, otras miles: médicos y pacientes. Ser minoría no significa tampoco tener que estar equivocado, como el sistema de creencias actual nos hace pensar precisamente para que estas creencias no se tambaleen nunca. Pero si seguía intentando el cambio desde dentro me arriesgaba a ser tachado de peligroso y podía haber tenido consecuencias legales del propio sistema para pararme, lo cual no quise experimentar.
No estoy dando por hecho que pudiera haber ocurrido, pero si tengo mis dudas al saber como funciona y al reconocer que estamos tratando de vidas de personas. Pero también creo que es correcto decir que el sistema expulsa a los que somos diferentes, aunque nos tengamos que ir nosotros mismos, porque en cierto modo es lo que me pasó pues he tenido que renegar de lo conseguido tras muchos años de estudio y se me ha negado, desde este mismo sistema, la posibilidad de ayudar a los demás con mis conocimientos.
Si lo que hay debe cambiar, el problema es de todos no de lo que juzgamos como externo a nosotros mismos. Aquí no hay buenos ni malos, todos somos igual de responsables. Por eso ahora mis compañeros de fuera del sistema también me tachan de falta de amor cuando no entro en el victimismo de algunos de mis pacientes o cuando no acepto que se me trate como a un segundón y se me digan cosas como -es que el médico “que manda” no está de acuerdo y, si no hago lo que él dice, no me va a ayudar más- porque la persona que da el mando a los demás es el responsable de que tengan poder sobre él o ella. Y también si el que tiene el poder cree que sólo debe hacer eso será el responsable de hacerlo. Dando la responsabilidad de nuestra curación al otro queremos seguir siendo sujetos pasivos, víctimas que creen que existen los salvadores a los que les cargan con la responsabilidad de sus vidas. No podemos culpar a nadie de que las cosas sean como son.
Cuando decidí dejar la oncología, tuve que darles a mis jefes dos meses más de tiempo del legal, mi responsabilidad personal no me permitía que los pacientes sufrieran las consecuencias de la mala gestión de mis jefes y decidí ayudarlos. Hacía más de un año que había encontrado una persona dispuesta a venir para ayudar en el servicio, como se había decidido previamente, pero no le contrataron, al menos hasta que yo me fui. Puedo pensar que lo hicieron para hacerme el moobing y conseguir que me fuera yo antes, pero prefiero pensar que fue por su incompetencia. También en esos meses ciertos pacientes me pidieron que me quedara pero ninguno de ellos movió un solo dedo para apoyarme. Por un lado tenían razón, pues estaban más preocupados por ellos mismos que por los demás, pero no me negarán que esto último es, precisamente, la causa de que todo lo que nos ocurre no mejore. El cambio precisa un cambio de actitud, un cambio de conciencia, y que cada uno adopte su propia responsabilidad en el proceso. Los médicos, pero los pacientes también.
Asumo al decir esto que muchos pensamos que hace falta este cambio, de lo contrario retiraría todo lo dicho. No sirve de mucho quejarse, aunque haya que informar de cómo están las cosas. Y sabemos que en el cambio siempre saldrán al principio algunos perjudicados, como lo fui yo, pero si nadie quiere admitir que pueda salir perjudicado, nunca habrá un verdadero cambio. No sólo los supuestamente malos deben actuar, también los supuestamente víctimas que nos creemos los buenos nos debemos implicar: médicos y pacientes. Yo ya he asumido mi parte en este perjuicio, ahora sólo pido que otros se monten también al carro si creen que merece la pena. Porque si este cambio se diera pienso que la habría merecido de verdad .
aaaaaaaaaaaaaaah! gracias Herraez no acababa de pillarlo
Alex:
Elias se refiere al camino del AMOR.
Un amoroso abrazo.
Espia yo al igual que usted tambien tengo sentido critico de las cosas y perdone pero no arremeto contra nadie, si con las contradicciones o actos faltos de logica, hago igual que todos los que escriben en este blog.
A ver si esta frase le da luz.
«Lo que mas bien repartido está en el mundo es ……..
La razon, todo el mundo cree que tiene la suficiente»
Para los interesados en el tema del cancer, quería decirles que en Latinoamerica y ahora en España, se está usando una planta para curar ciertos tipos de cancer, hay testimonios comprobables, aquí les dejo un link para que investiguen, sepan que la UE ha aprobado una ley en contra de las hierbas medicinales, un saludo a todos
http://www.dolcarevolucio.cat/es/testimonios/cancer
Elias gracias por su aclaraciones. Lo que no acabo de entender es lo que dice usted al final, «de todas maneras el final del camino es el mismo para todos» y la verdad el principio tampoco lo acabo de pillar del todo «todos estamos en ese camino»
Alex si usted empezara…. no arremetería con los que al menos lo intentan. Aunque ya sabemos que meterse con el otro es casi darle la razón. La gente está más quemada que la pipa de un indio.
Elías.
Muy agradecido por sus comentarios con conciencia. Se ve que Usted está bastante avanzado.
En este camino cuanta más luz irradias mejor. Lo importante es aumentar nuestro poder personal y ayudar a que los demás puedan hacer lo mismo, como se que está de cuerdo conmigo.
UN ABRAZO Y MUCHA LUZ
Alex?, todos estamos en ese camino, la diferencia está en lo adelantado que estemos en el. Me temo que yo no ando muy por delante que digamos, pero hago lo que puedo a pesar de mi ego, de todas maneras el final del camino es el mismo para todos. Salud.
Elias, usted siempre tan místico.
Se ve usted en este camino que comenta?
Sin conocimiento auténtico no puede haber cambio en el individuo/persona. Sin cambio personal no puede haber cambio colectivo. La educación, entendida como sistema educativo institucionalizado puede ser un factor involutivo que impida el Verdadero Conocimiento de Si Mismo que anhela el Ser Humano. Podemos cambiar las cosas, pero empezando desde nuestro propio interior y este es el más difícil de todos los cambios. Lo anterior no son dogmas de fe, mil caminos hay bajo el sol. Ego versus espíritu, eterno drama cósmico. Somos responsables de nosotros mismos pero eso no nos convierte en islas, al contrario, quien tenga verdadero conocimiento o esté en ese camino tendra una responsabilidad extra hacia los demás. Perdón por el sermón, son solo reflexiones, no tomar con cenas copiosas. Saludos y salud.
Como autor de este post invito a seguir aportando opiniones acerca de si existe o no el mobing, cómo se realiza este, hablar de la existencia o no de manipulación laboral, mental, económica, publicitaria…. Y, si realmente existe el mobing, habría que comentar cómo está consiguiendo que el cambio de sistema sanitario no se de aún.
A lo que me refiero es al mobing o la manipulación diseñada e institucionalizada. ¿Existe? ¿Existen unos medios de actuación semejantes para todo aquel que es una amenaza para el sistema?
¿Somos seres soberanos que podemos cambiar el rumbo de nuestras vidas y ayudar al cambio de cultura-sociedad-sistema de valores, exista o no exista lo anterior?. ¿Exige un cambio personal individual?: ¿Necesita la gente mas autoconocimiento para poder ser más soberana?. ¿Nos ayudan en la educación a ser seres libres?. ¿Ayudan realmente los medios de comunicación a los usuarios del sistema?. Son temas fascinantes, y creo que lo bonito no es hablar de victimismos personales sino de problemáticas generales.
Carlos si quieres te lo explico.
Creo que esto es un medio de comunicación y de expresión libre. Estos medios empezaron como «alternativa» a los falsimedia dirigidos por el poder que hacen el mobing a sus profesionales si no se ciñen a lo que se espera de ellos: que digan solo lo que sus jefes quieren.
Pero seguimos en inferioridad: en esos medios se publica todo muy bien medido, con el orden deseado, no se publica la mayoría, se redacta muy bien, se asocian palabras a conceptos mediante técnicas adecuadas, etc.
Sin embargo en estos, al ser libres, habla cualquiera sin identificarse, como yo ahora mismo, y algunos lo hacen para confundir, desviar la atención, o simplemente abortar el contenido a debate.
La gente cada vez es mas sensible a la manipulación, y cada vez menos, se deja llevar por estos Troll.
Un saludo.
Anónimo, sea usted bienvenido pero no estoy de acuerdo en todo lo que escribe. Por supuesto que mi blog es un punto de libertad de expresión en red y que puede participar cualquiera pero creo que, sin querer hacer la pelota, los lectores tine un buen nivel y trolls, lo que se dice trolls no hay o yo no entiendo ese concepto. Creo que el nivel de los comentarios es muy bueno y ello ha costado mucho trabajo pues si se fija van editados por mí, poquísimas veces he tenido que impedir la publicación de alguno.
Miguel, tu comentario final y la larga declaración del Dr. Herraez me han dejado algo desconcertado. Leeré con más cuidado en adelante antes de postear. Saludos.
LLevo tiempo participando en blogs. Mi experiencia es que son manipulados por gente que, o tienen mucho tiempo, están quemados y se dedican a bombardear al prógimo para alimentar su ego, o están pagados y dedican 8 horas al día a torpedear la libertad de expresión. Estos egos nunca ponen su nombre verdadero, es en lo único que no se identifican con su ego. Por ello, en esta entrada en el blog, he decidido entrar siempre como Anónimo para que los trol cuando se quieran meter contra mis comentarios, tergiversarlos, confundir a los otros egos o cualquier cosa por el estilo, por lo menos tengan que identificar de que ego están hablando (en este caso el mío) y comentar el tema a que se refiere el post por obligación.
Animo a todos los que no somos cabezas visibles a hacer lo mismo porque así estaremos promocionando inteligentemente que esta gente tenga que argumentar y no se dedique solo a torpedear la libertad de expresión y la dignidad de los egos bien intencionados dirigiéndose a ellos por un pseudónimo o por un nombre verdadero.
Un fuerte abrazo a todos y MUCHA LUZ en el camino que nos queda por recorrer.
Anónimo.
Carlos y Sime. Muchas gracias por su aportación al tema a debate. Se nota que Uds., uno como médico o el otro como paciente, tienen conocimiento sobre lo que se intenta tratar en este post. Carlos al comentar la reacción de mi neurólogo con sus doumentados comentarios y Sime al hablarnos desde el punto de vista de un paciente al que se le facilitan unas cosas pero otras no. Son temas relacionados con lo que intentaríamos debatir: «sí existe o no el mobing». Porque tienen que ver directamente con el sistema o las personas relacionadas, o sus formas de actuar.
Sr. Jara. No creo haber cometido ningún error si no he contestado a un comentarista determinado. ¿Se refiere a un error humano?, entonces me está juzgando. Tampoco creo que se refiera a un error médico porque esto no es una consulta ni lo será, para mí, nunca. Creo que ante todo debemos ser serios y coherentes a la hora de actuar para evitar que los manipuladores tergiversen y confundan para que acabemos diciendo o haciendo lo que ellos quieren.
Te agradezco mucho que hayas intentado ayudarme pero por favor no lo hagas con sensacionalismos. En primer lugar yo no me he rebelado contra nada porque ni me he sublevado ni me he resistido, simplemente he decidido cambiar. Siempre, además, he respetado a mis compañeros médicos que hacen oncología en todo momento. Aun tengo amigos dentro de la especialidad, compañeros que han dado y siguen dando lo mejor de ellos para los pacientes.
En cuanto a ser perseguido, en ningún momento creo que se puedan sacar de mis comentarios esta conclusión. Si podría inferirse que yo «sintiera» que la dirección del hospital no respetó mi libertad de prescripción como médico, empleando la sobrecarga de trabajo para presionarme, pero nada más.
Sepa que tengo la conciencia muy tranquila con respecto a mi profesionalidad como oncólogo, cuando lo fui, y como médico que sigo siendo. Pero sobre todo con mi «ética personal». Comentarios que intenten desviar el tema aludiendo a mi humanidad no serán nunca respondidos por mí.
Cuando comento en este blog soy una persona con experiencia o conocimiento acerca de lo que hablo, pero cuando se trata de mi trabajo, de mi profesionalidad y de la vida de personas, asustadas, nunca utilizaré este medio ni otro diferente al «eticamente correcto», segun mi sistema de valores.
El post está titulado con una interrogación que intentamos responder afirmativa o negativamente. Creo que con mi escrito he contestado lo que puedo contestar, lo que yo creo u opino sobre el tema desde mi experiencia con compañeros, jefes y pacientes: los protagonistas del sistema médico. Sin embargo te lo amplio: creo que existe el mobing pero no justifico a las víctimas, solo les apoyaría dándoles la razón si han sido objetos directos de un mobing, pero por ejemplo nunca les indemnizaría materialmente.
Lo que existen son personas que actúan soberanamente y son responsables de sus actos. Si tú soportas una situación que no te hace feliz es un problema tuyo, los otros que no actúan o hacen lo que tu quisieras no son «los malos». No existen malos ni buenos. El mobing se ejecuta hacia alguien, y es una acción hacia otro empleando el poder para conseguir hacer valer también el poder sobre esa persona. La finalidad del mobing siempre es aumentar el ego del ejecutante, que se afecte o no la persona objeto del mobing lo considero secundario. La supuesta víctima es soberana también para hacer valer su poder personal y dirigir su vida en otro sentido, o también puede intentar rebelarse o vengarse si ello cree que le va a hacer más feliz, cosa que nunca compartiré. Siempre también puede evitar ese mobing símplemente alejándose de él. Somos responsables cada uno de lo que nos pasa, no los demás.
Comprendo a la gente que cree ser víctima de los demás, puedo en dependencia de mi asertividad en ese momento, intentar ponerme en su lugar sin identificarme, e intentar ayudarle desde mis posibilidades. De hecho me dedico a algo muy parecido: intentar hacer ver a las personas que ellas son las únicas soberanas y que yo solo les informo o les recomiendo cosas pero no soy el responsable de curarlas como tampoco lo soy si no puedo ayudarlas. Sólo soy responsable, dentro de mi profesión, de «intentar ayudarlas empleando todos los medios a mi alcance». Si este intento desapareciera en mi dejaría la profesión porque lo consideraría falto de ética, dentro de mi sistema de valores.
Pero nunca me dejaré manipular por ninguna víctima ya sea real o virtual.
Un fuerte abrazo.
Por mi parte queda zanjado este «altercado» centrémonos por favor en comentar sobre el post.
Comunicar a Sr. Jara que, mientras lo crea adecuado, seguiré haciendo mis comentarios a sus post siempre y cuando pueda aportar algo a los temas a debate, y por supuesto no a otros diferentes. En un medio de información y de expresión como este no podemos olvidarnos que el profesional merece un respeto a su trabajo periodístico.
Muy agradecido.
Caris no se arrepienta de nada, lo ha hecho usted todo bien, el dolor puede obligar a efectuar un paso en falso a cualquiera.
Estimados comentaristas del blog:
Discúlpenme pero mi intención no era ofender a nadie. Si este blog me gusta es por el respeto que se manifiesta o se intenta manifestar entre la gente.
Mi admiración por el doctor Herráez es muy grande.
Señor ESPÍA, desconocía que haya gente que desee desprestigiar la carrera de personas importantes haciéndose pasar por pacientes. Solo hice una petición de ayuda ante una situación desesperada. Mi amigo, que no había fumado nunca pero sí había trabajado en contacto con amianto generó (o le descubrieron) en noviembre de 2010 un cáncer de pulmón. Creímos que era una fase muy temprana para probar con medicina alternativa. Nos habían hablado de un doctor catalán que utilizaba terapias, con frecuencia exitosas. Sacamos su nombre por Internet pero fue imposible su localización. Es por ello por lo que yo me dirigí aquí. Veía en el doctor Herráez una pizca de esperanza para nuestro propósito. Había leído comentarios suyos llenos de profesionalidad pero, entiendo, y lo menciono en el comentario primero que nadie tiene la obligación de comprometerse a lo que no crea conveniente. A lo mejor tuvo sus razones para no poder hacerlo o ni tan siquiera lo supo. No le culpemos de nada, por favor.
Entiendo Señor Jara, y así se lo hice constar en su momento, que este blog no debe ser para consultas personales sino para aporte de datos que beneficien a todos y yo me aproveché. Una vez más le pido perdón por haberme «apropiado» de un medio que no era el adecuado pero, con frecuencia, cuando te ves atrapado por la desesperación recurres donde sea aunque te equivoques. Si este blog se convirtiera en una consulta privada perdería su objetivo.
Sigo valorando al doctor Herráez por mostrarnos caminos alternativos de esperanza. Por favor, no le critiquen por este acontecimiento personal. Pongamos en la balanza todo el peso de lo bueno que nos aporta. Pero entiendan también un poco mi postura: La dureza de una enfermedad tan cruel te hace mover todos los hilos que puedes aunque, a veces, pidamos favores en los lugares que no son los indicados. Cuando yo escribí mi petición de ayuda asumía que D. Miguel no publicara el comentario (por ser muy personalizado) pero estaba dispuesta a aguantar el chaparrón por mis amigos.
Si he ofendido a alguien, discúlpenme, no era mi intención. Quedémonos con la riqueza que nos aportan los buenos comentaristas.
Tiene razón D. Miguel. Comentemos el artículo. De lo contrario yo me sentiré muy avergonzada. Seguramente no debería haber escrito pero, al leer el post, me vinieron a la mente duros recuerdos y como dice Paulo Coelho hay que aprender a cerrar puertas, de lo contrario no crecemos ni avanzamos.
Reciban todos un cariñoso saludo.
En cuanto al origen del texto parece claro que los pacientes vamos muy vendidos cuando tenemos un problema oncológico. Al otro lado, frecuentemente nos encontramos a personas, obligadas o convencidas, manejando un protocolo y una máquina de imágenes interpretables. El miedo hace su función y los pacientes aceptamos tratamientos como quitar los ganglios sin saber si están sanos o no, quimioterapia por protocolo y diagnósticos adaptados a la dolencia que se sabe se padece sin mayor profundización en el problema real del paciente, tanto psicológico como físico.
Un Hospital Oncológico que se precie debería de ofrecer diferentes alternativas y aplicar en cada caso la más conveniente.
El paciente tiene derecho a un diagnóstico y a una terapia personalizada y con la que esté de acuerdo.
La Seguridad Social debería cubrir los gastos de las personas que optan por terapias naturales no agresivas que, además, son bastante inferiores a los gastos de los tratamientos convencionales.
Sin duda hace falta médicos así de valientes y también quizá, pacientes con más conocimiento para poder cambiar a una situación más racional. Divulgar es imprescindible.
Salud, un abrazo,
Sime
No problem Miguel.
Miguel hoy he recibido el libro Laboratorio de médicos promete muy pero que muy interesante.
Efectivamente Miguel, tanto yo como mis hermanos, mi padre y familia en general, por desgracia, hemos aprendido mucho de mi madre por su lucha incansable hacia una justicia que no llega para su salud y la cual va a peor.
Pero con lo que ella nos ha enseñado, seremos nosotros lo que hagamos su lucha por ella, cuándo su salud ya no se lo permita.
Para el Dr. Javier Herraez. Felicitarle e indicarle que gracias a lo que hemos aprendido de nuestra madre, hemos formado una piña para que como pacientes «denunciemos todo lo malo que ocurra en el sistema» y que a nadie le ocurra lo de mi madre.
Es evidente para mí Caris que ha dado en el clavo con su «falta de ganas de compromiso». La gente sigue con sus peleas particulares o sus objetivos profesionales o personales y no encuentran sitio para un esfuerzo común que debería ser la lucha contra la medicalización de la vida, -y en el caso de la oncología hasta de la muerte- que es, particularmente en el caso de los niños los discapacitados y los ancianos, una verdadera plaga hoy. Lo siento por su amiga.
Alredol rara vez disentimos y sabe que le estimo pero esta vez se equivoca. Como explica Javier en el artículo el trabajar a la contra, el rebelarse contra la injusticia de ser perseguido por la dirección de un hospital que no respetó su libertad de prescripción como médico, que apostaba por la no medicalización de la vida y por tratamientos lo menos agresivos posibles, le ha causado mucho sufrimiento. Pocas personas aceptan ese reto. A lo mejor ello le ha provocado desconfianza como apunta otra comentarista. Insisto, valoremos la actitud de esta persona, aunque pudiera cometer un error al no contestar a Caris, que no es lo ideal desde luego. Yo no lo hubiera hecho en su lugar, hubiera arriesgado pero no somos perfectos…
Y por favor, comentemos el artículo ,no convirtamos los comentarios en una crítica de una de las muchas actitudes de su autor.
Quisiera referirme al comentario de Caris, en primer lugar para expresarle mi más sincero pesar por el fallecimiento de su amigo sin haber recibido respuesta por parte del doctor Herraez, y en segundo lugar por la referencia a la participación de este médico en foros y blogs con otros nombres.
Precisamente a mi se me adjudicó en cierta ocasión ser dicho doctor y participar en este blog (al que admiro) con supuesto nombre alternativo por considerar que nos expresamos de forma similar.
Ya aclaré entonces y reitero ahora que no conozco en absoluto al doctor Herraez excepto por sus escritos y opiniones expresadas en distintos medios. También quiero hacer constar que participo de la mayor parte de sus ideas y forma de hacer.
No obstante y tras la exposición del caso que refiere Caris quiero señalar que me parece incoherente por parte del señor Herraez que no respondiera a su consulta.
No son muchos los profesionales capaces de dar respuesta terapeútica diferente a las tradicionales en el problema del cancer, por lo que los pacientes lógicamente desesperan cuando los que hay no les prestan ayuda y/o atención.
Aunque seguramente el doctor Herraez tenga sus limitaciones para satisfacer todas las demandas que puedan hacérsele, desde aquí me gustaría rogarle que al menos respondiera a la desesperación de quienes se enfrentan a una lucha tan dura y que suelen encontrar tan sólo la espalda (como él mismo con sus colegas) de médicos oncólogos y expertos de todo tipo anclados y atados al sistema.
Un saludo.
Caris como habitual lector de este blog me dirijo a usted con su permiso para intentar aclararle lo que comenta usted de Javier Herraez. En primer lugar siento lo de su amiga.
La labor como divulgador de la verdadera medicina de Javier Herraez como todos vemos es inestimable, su valentia y arrojo igual, pero, hay un pero, los profesionales de la salud hoy estan bajo mucha presion, los de la medicina oficial tambien pero los de la alternativa mucho más, en un asunto tan delicado y serio como es la la vida y la muerte, creo que su responsabilidad aa veces, bastantes, les debe de superar, y no es de extañar que se tomen un respiro de cuando en cuando y no puedan acudir a todos los casos. Que le hubiera podido contestar pues si, y si no le llegó el mensaje como usted comenta? De todas formas igual que usted admiro a este gran divulgador y cientifico por la labor tan necesaria que está haciendo al explicar la verdad sobre la salud y la enfermedad, y de paso como no dar las gracias al señor Miguel Jara que esta haciendo todo esto posible y por su gran paciencia por mantener abierto este blog lo cual estoy convencido que no es nada facil, si hubiera mas como ellos la sociedad seria un sitio mucho mas bonito en el cual vivir.
Mis mejores deseos para usted y para todos los lectores.
Hola Caris, el tema quizá es que este tipo de médicos se ven con el agravante de que a ellos sólo acuden enfermos ya muy deteriorados, y entonces van como esperando el milagro, evidentemente si los enfermos están muy deteriorados ésta medicina poco va a poder hacer con ellos, creo que hay que acudir cuando se detecta el cáncer, y no cuando ya se está muy deteriorado tanto por la enfermedad como pro los medicamentos que le da la medicina convencional, que en ocasiones habrá que tomarlos pero también hay que hacer otras cosas.
De todas formas creo que si usted quería localizar a este doctor, la forma era muy sencilla sin necesidad de preguntar a Miguel Jara, dese cuenta que en estos medios hay muchos «espías» que se hacen pasar por pacientes, y lo único que quieren es destruir la carrera de alguien, por eso le digo que me extraña que si usted quería contactar con el doctor, sabiendo su nombre, no lo encontrara. Atentamente.
Muy buen artículo Miguel, mis más de 2.000 amigos de Facebook ya lo tienen. Tardas en tocar algunos temas, pero cuando lo haces, chapó… Gracias, saludos….
Solo felicitar a Javier Herraez por su valentía y decencia. Habrá un cambio, y vendrá de la mano de personas como Javier, Carlos… por todos los luchadores en esta batalla por la dignidad humana.
Saludos D. Miguel Jara:
Hace tiempo participaba en su blog. Me gustaba hacer comentarios en los que yo, humildemente, pudiera aportar algo. En muchos posts no lo hacía porque no dominaba el tema y prefería leer a la gente que sí entendía de lo que escribía. Hace aproximadamente tres meses dejé de escribir porque me sentí decepcionada y le voy a contar el motivo.
He decidido escribir hoy porque veo que escribe usted sobre un vídeo sobre el Doctor Javier Herráez, oncólogo. El contenido del mismo me parece fantástico. Siempre que yo leía comentarios de este doctor me parecían muy buenos, sensatos y coherentes con sus planteamientos personales. Aportaba y aporta alternativas a la medicina alopática y nos mantiene informados en temas en los que no somos expertos. No hay un post en el que él no participe. Yo le admiro, me parece un comentarista serio.
En una ocasión, a través de su blog, (y entendiendo que no está para esto) le pedí ayuda para buscar a un médico concreto que pudiera tratar al esposo de una amiga mia que tenía cáncer de pulmón. No podíamos localizarlo de ninguna manera y se nos ocurrió que este podía ser un buen recurso. Me sorprendió enormemente no obtener respuesta alguna por su parte porque, como he dicho anteriormente, es un señor muy participativo. Hubo un silencio absoluto. Esos días algún comentarista habitual decía que escribía con otro nombre. Yo esto no lo afirmo con rotundidad pero sí aparecían comentarios con su estilo personal de escribir pero con nombre diferente. Lo interpretábamos como una «falta de ganas de compromiso» (pero esto es solo una sensación y las sensaciones son muy subjetivas). Posiblemente tuvo sus motivos para no prestarnos su ayuda o simplemente decidió no hacerlo o a lo mejor ni se enteró. Tampoco debemos dar explicaciones de todos nuestros actos.
El marido de mi amiga falleció hace dos meses. Posiblemente hubiera muerto también si hubiésemos localizado al doctor de Barcelona, pero cuando a una persona se le va un ser tan querido desea que, al menos, le quede la tranquilidad de haberlo intentado todo, pero no fue posible, no pudo ser.
Cuando leo el contenido de su video me parece que, si nos ignoró, hay cosas que no me cuadran en sus declaraciones. Si por el contrario estoy equivocada le ruego me disculpe y siga educando e informando a la gente para que nadie tome decisiones por nosotros y seamos capaces de controlar con libertad las riendas de nuestra propia vida.
Un saludo.
Caris, siento lo del marido de su amiga y entiendo su dolor y decepción. Recuerdo perfectamente que le pasé el contacto con Javier, amigo mío y por ello persona de mi confianza. No sé por qué no contestó aunque me parece que tampoco se le puede echar en cara a nadie que no conteste. Todos tenemos un límite, yo mismo intento contestar siempre pero a veces estás saturado y no das abasto (y también me he sentido decepcionado con personas que pensé que contestarían a un pedido mío y no lo hicieron, como me consta que otros se han enfadado conmigo por no poder atenderles, entre ellos usted y fíjese que yo ni pincho ni corto en este caso) y supongo que es lo que le ocurriría en ese momento a Javier, seguramente él pueda explicarlo mejor si le apetece porque creo que hace mucho con colaborar gratuitamente en un foro como este. Quedémonos por un momento en lo que los demás nos aportan y no en lo que no nos dieron en alguna ocasión.
Repito que la entiendo perfectamente y me parece triste lo que pasó.
Estimado Dr. que interesante su entrada. Creo que abre varios frentes para el análisis. Uno puede ser el estrictamente profesional, ésto es, el reconocimiento de alguien con su experiencia en el tema en cuanto a tratamientos,llamémosles, alternativos, que en mi experiencia sumaría la homeopatía, aún sabiendo que el sólo nombrarla me puede deparar ser blanco de los más feroces y prejuiciosos ataques. No soy un «creyente» sino un ferviente practicante, médico, estudioso y responsable. La reacción de su neurólogo, de darle la espalda, es la típica respuesta corporativa ante lo desconocido…pero que funciona!! Desconocido para ellos, con lo cuál la única defensa es aplicarle los principios de La Espiral de Silencio de Elisabeth Noëlle-Neumann, la desmentida ante la opinión de las minorías, su descalificación, aislamiento, desarticulación en última instancia…si tienen éxito. Que éstas políticas tengan éxito dependerá, como usted bien dice, de que cada vez más se sumen con sus convicciones y dejando de lado el temor a quedar en el campo de los tontos, que no lo somos aunque nos lo quieren hacer creer.
No creo necesario ahondar en los fabulosos intereses económicos que mueven los laboratorios, las multis farmacéuticas, los popes «autorizados» por el poder oficial. No nos olvidemos de los miles de desesperados y desahuciados que llegan a la consulta con la esperanza de encontrar la cura milagrosa, que usted sabrá, se promociona en la otra punta del perverso sistema. No los culpemos a nuestros pacientes, son las principales víctimas del sistema, los que ponen el cuerpo, los que pierden desde cabelleras hasta calidad de vida, y que muchas veces terminan aniquilados por las drogas milagrosas que se les administra, eso sí, previo consentimiento por escrito, no sea cosa que alguien reclame algo, que pida alguna explicación. Por último lo felicito por su valor y denunciar en éste medio su experiencia que seguramente servirá para que otros se sumen a tomar conciencia del problema. Saludos.
«…es que una persona sola no puede cambiar un sistema en el que creen, por el contrario, otras miles…»
Así es Dr. Herraez, y no creo que deba usted dudar de su ética profesional o de su entereza, debía haber más como usted. La oncología es con la psiquiatría y la pediatría una de las especialidades más dañadas por los escándalos que han surgido del caso Biederman en USA; los 200.000 millones de dolares que Big Pharma ha puesto en el asunto son capaces de manera directa e indirecta, consciente o no, con DSMs o co-morbidades, explícitamente o creando visiones del mundo, contando imagenes y razonando con dogmas.
Pero como la burbuja crediticia, también en esto hay contradicciones. Esperemos que la gente empiece a organizarse, que el lenguaje del litigio y los derechos humanos, de periodistas como Miguel y quizá de algún político aun sano empiecen a respetar los hechos, los diagnósticos jerarquicos, y hasta ese «amor» que Paracelso creía uno de los cuatro pilares de la buena medicina. Gracias Dr.
Por cierto ¿cuando y donde es ese programa? soy un televidente muy ocasional y errático.