Artículo de Pilar Remiro, colaboradora de este blog y activista por el reconocimiento de las enfermedades relacionadas con el medio ambiente.
Las personas con menos poder también tenemos recursos para rebatir al poder y enfrentarnos a los abusos de los poderosos. El conflicto es sano es lo que hace visible la diferencia, es el primer paso para aceptarla y llegar a considerarla. Las enfermedades de Sensibilización Central -Sensibilidad Química Múltiple (SQM), Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) o fibromialgia- no solo existen para hacer evidente la consecuencia de las aberraciones que se han cometido sin pensar más allá del beneficio inmediato de distinta índole (casi siempre económico), también son la puerta que nos obliga a un cambio personal, pudiendo cambiar no solo lo exterior, necesario y urgente, también lo interior. Es una ocasión que estamos desperdiciando como colectivo y a nivel individual los afectados y el resto de personas.
Estamos condicionados por los roles que hemos creado a lo largo de nuestra vida, unos roles que tanto nos protegen que nos impiden crecer y desarrollarnos. Es posible aprender a vivir teniendo en cuenta que existen más personas y romper nuestro individualismo, es posible crear un espacio confianza donde todos podamos expresarnos sin miedo, es posible aprender de lo diferente y de quien nos sentimos diferentes. Ir con una mascarilla te pone en un lugar diferente al resto y provoca muchas inquietudes internas tanto para quien la necesita como para los que tienen que aceptarlo. El proceso de estas enfermedades afecta al ser humano en todos sus ámbitos y necesidades.
Tener más o menos poder no es el problema, el problema lo causa cómo se utiliza el poder que uno tiene. El poder tendría otra connotación si se utilizara como servicio, si lo pusiéramos a disposición del colectivo para conseguir metas comunes, ese es un poder creativo, si es por interés, aparece el rechazo o la marginación a quien piensa o aporta distinto, se convierte en destructivo. Muchas veces somos inconscientes de cómo estamos utilizando el poder en nuestro propio beneficio. De que estamos repitiendo los patrones de los que nos estamos quejando y abusamos del poder. Abusamos cuando rechazamos la queja del otro, descalificándola hasta el punto de llegar a considerarla fuera de lugar, un error, algo peligroso. Normalmente las personas con poder están tan convencidas de que su manera de ser o actuar es lo natural, que ni siquiera son capaces de ver el daño que hacen a otras personas al actuar así, por lo que no pueden comprender que alguien se queje o que les pida que amplíen sus miras.
Los desacuerdos y luchas de poder que percibimos en los telediarios, o cualquier otro medio de comunicación, tienen su representación también en nuestra forma de llevar la solicitud de reconocimiento de estas enfermedades. A veces las diferencias se provocan desde una violencia más o menos sutil. Creando situaciones dentro del colectivo en el que parecen existir víctimas y agresores, estos esquemas provocan bloqueos en la obtención de los objetivos y verdaderas heridas en el alma personal y asociativo de todas las partes implicadas, heridas que requieren tiempo, un tiempo que nos hace perdernos de lo que realmente es el objetivo común.
Podemos atrevernos a recordar que toda asociación está formada por todos sus miembros y que es la suma de los mismos, pero como colectivo también existen los que trabajan desde fuera del mundo de las asociaciones, su independencia no puede ser maltratada ya que en todos los casos hay aportaciones que no se están tomando en consideración, dar un espacio a estas aportaciones es función de todos para avanzar, es importante la actitud y el vocabulario en las respuestas a los interrogantes que se plantean.
Tenemos que crear un equilibrio entre participación y los resultados, que evidentemente no están siendo saludables. Generamos una verdadera guerra fría entre los distintos interesados. Esto merma la energía que no tenemos y de la quien la tiene y hacen lo indecible por ayudar, resta eficacia a todo lo que se intente sacar adelante, hasta que estalle de la manera más insospechada.
Es urgente si queremos que el Estado haga su función responsablemente y no vuelva a suceder lo que ha pasado en Cataluña con la ILP firmada unánimemente por todos los grupos parlamentarios y que aún no se a llevado a la práctica dese el 2008, crear un clima donde exista la confianza y una comunicación empática y honesta.
Comprendo que tiene que ser difícil renunciar a los privilegios adquiridos cuando los vemos como algo natural, en la medida que ostentamos poder. Es bastante probable que nuestra primera reacción ante la aparición de una nueva diferencia sea rechazarla, suprimirla. Eso evidencia el conflicto como necesario para abrir los ojos a la realidad. Sin que aparezca la tensión es difícil captar las señales que nos dicen que estamos marginando, que estamos abusando de nuestro poder o defendiendo privilegios.
Por todo esto me pregunto:
¿en función de qué se cran las asociaciones, con qué procedimiento se toman las decisiones, con qué propósito se admite la entrada de nuevos miembros, cómo se trabaja la comunicación, cómo se trabajan la gestión emocional las personas que se hacen responsables de estas organizaciones, cómo se las arreglan para no favorecer la colaboración entre los miembros, qué les impulsa a la marginación por actitudes competitivas?
Estos métodos, que no son visibles (para todos), afectan tanto al bienestar de las personas como a la realización de los objetivos colectivos, dificultando que las personas pertenecientes o no a una asociación puedan acceder al conocimiento de la situación en todos los niveles, legal, médica, investigación, control ambiental, … por lo tanto tener información que le permita decidir y no depender; que la persona individualmente pueda decidir en la realización de su visión de lo que nos es común, con corazones que apoyan la vida y pueda tomar las mejores decisiones según su momento y posibilidades.
Las asociaciones tendían que estar para aportar, para construir soluciones reales, formas de funcionamiento grupal válidas para todos. Solo la participación, admitir que se pueden sumar esfuerzos hará posible un cambio que dará la fuerza para que se pongan los medios en los que poder vivir.
Reynel como considero que te he respondido de forma algo fuerte y quiero pensar que no es lo que has querido decir, a pesar de que este blog hay mucha información sobre el tema te pido que mires estos videos de Miquel Porta, están en castellano, para que veas a qué me refiero, no es una cuestión emocional aunque las consecuencias sí nos creen problemas emocionales, no reconocer el sufrimiento es como no reconocer una parte que nos configura, pero en este caso no es la base del problema:
http://saludcomunitaria.wordpress.com/2013/02/08/contaminacion-interna-y-miquel-porta/
Me gustaría saber si lo comprendes.
Reynel me cuesta entrar en los post que hablan de mí, pero ha coincidido que estaba tu comentario expuesto en el lateral y te respondo. No sé si lo he comprendido bien.
Que la medicina natural tiene alternativas para estabilizar nuestro organismo no lo dudo, pero ¿a qué precio? La mayoría o muchos no disponemos de esa economía, además lo lógico es que entre tanto la enfermedad como los tratamientos naturales en sanidad. Eso es algo que se tiene que normalizar.
Por otra parte te diré que después de vivir con esta enfermedad muchos años ya, quien tiene un problema psicológico es quien se enriquece a costa de envenenar a la población alterando su sistema mimológico, si no fuéramos fuertes psicológicamente hablando ya nos abrimos suicidado la mayoría, esto es una prueba de fuego, otra cosa es que la enfermedad altera nuestro celebro, sí los tóxicos afectan al cerebro, y causa problemas de diferente índole, entre otros problemas cognitivos con los que se hace difícil la comunicación en numerosas ocasiones.
Estoy hasta…!! de que se juegue a generarnos sentimientos de culpa, en sanidad se cubren las espaldas diciendo que lo que tenemos es depresión, la depresión viene cuando te das de bruces con la realidad que aparece después del diagnostico, y ya no te digo cuando llega el momento de usar la mascarilla, sí o sí, no es fácil normalizar el hecho de ir con mascarilla. Los alternativos según versiones: es el karma, te lo has generado tú, es cosa del destino, etc, etc… pero eso solo es ocultación de la conciencia de que estamos en una sociedad enferma por valores comerciales, o mercantilistas tóxicos. Al margen de creencias.
Todas las personas tenemos temas por solucionar en esta vida, se puede ser consciente o no, pero eso no da permiso a nadie para usarlo como arma arrojadiza. Entre otras cosas porque quien lo use tiene un problema de comprensión de la realidad.
Toma mucha homeopatía mientras explota un volcán o mientras te cae una bomba, o rocían sobre ti el gas mostaza y veras lo bien que te va, pues así es el tema, que se ha de ir a la raíz de lo que se está haciendo cuando se comercializan productos que aportan carga toxica en la sociedad civil. Si no se hace esto en lo que nos convertimos es en ser un negocio para todos.
El principio de precaución ha de estar presente, en las formulaciones, en la información a los ciudadanos de lo que usan, los ayuntamientos han de hacer un replanteamiento de sus actuaciones y sanidad ha de ser un lugar seguro y hoy por hoy no lo es.
Y que conste que sé que existen tratamientos a los que desceraría poder tener acceso para mejorar mi calidad de vida pero son inaccesibles para mí como para muchos de los afectados.
Claro que hay que investigar y también que salga a la luz lo que ya está investigado.
Me he vuelto a alargar, lo siento. A los demás ya no les escribo nada… pero Gracias.
Hace muchos años la medicina homeopatica ha tratado y tiene solucion a las enfermedades que la ciencia y el capital han creado. las medicinas naturales y las alternativas han demostrado muchos exitos en su curaciones diarias. Porque no se tratan enfermedades especificas solo se tratan personas que tienen un desorden emocional que colapsa su sistema nervioso y su sistema inmunologico . Es bueno inveestigar acerca de esto. Más informacion 30l 642 9340 Colombia