Las emociones por sí mismas no causan cáncer pero hay pruebas científicas de que el estrés si es crónico desencadena mecanismos biológicos que pueden desembocar en un cáncer. Ello puede romper moldes en la medicina como la conocemos, lo que genera reacciones como la propuesta del PSOE de perseguir «pseudociencias» con argumentos que contradicen a la ciencia puntera.