Congelar los óvulos propios (sin razones médicas) es una de las últimas «modas», a veces impuesta por «necesidades económicas», a las que asistimos. Con ello se puede retrasar el embarazo usando esos óvulos cuando se necesiten. Empresas como Apple o Facebook financian a sus empleadas esa técnica para que retrasen la maternidad y les sean fieles laboralmente. Pero hay más.