Wuhan China miguel jara
|

COVID-19: La sombra del laboratorio de Wuhan sobre el origen de la pandemia

La pandemia de COVID-19 ha marcado un antes y un después en la historia reciente de la humanidad. Más allá del drama sanitario, económico y social, una pregunta sigue sin respuesta definitiva: ¿De dónde salió el SARS-CoV-2, el virus responsable de la pandemia? ¿Fue fruto de un salto zoonótico natural o de un accidente de laboratorio en China?

La polémica, lejos de apagarse, se aviva con cada nuevo informe, declaración o filtración. En este texto, siguiendo el estilo riguroso, crítico y documentado que caracteriza a este blog, analizamos todo lo que se sabe, lo que se oculta y lo que aún queda por esclarecer sobre el posible origen en laboratorio del COVID-19.

Banner miguel jara abogados 1 1024x328 1

Wuhan: El epicentro de la duda

Wuhan, ciudad de más de 11 millones de habitantes en el centro de China, fue el escenario donde se detectaron los primeros casos de neumonía atípica a finales de 2019. Lo que en un principio parecía un brote local, pronto se transformó en una pandemia global.

No es casualidad que en Wuhan se encuentre el Instituto de Virología (IVW), uno de los laboratorios de máxima seguridad (nivel P4, máximo nivel de seguridad biológica en laboratorios) del país, especializado precisamente en coronavirus y otros patógenos de alto riesgo.

Desde el inicio, la coincidencia geográfica alimentó sospechas. ¿Era una simple casualidad que el brote surgiera a escasos kilómetros de uno de los principales centros de investigación de coronavirus del mundo? ¿O había algo más?

La ciencia y los servicios de inteligencia de diversos países han manejado, fundamentalmente, dos hipótesis:

  • Origen natural: El virus habría saltado de animales (probablemente murciélagos, quizá a través de un huésped intermedio como el pangolín) a humanos, en un proceso similar al de otros coronavirus como el SARS o el MERS.
  • Origen artificial o accidental: El virus habría escapado, por accidente o negligencia, de un laboratorio, tras ser manipulado o estudiado en condiciones de bioseguridad deficientes.

Ambas hipótesis han sido objeto de investigaciones, informes y controversias. La comunidad científica, en su mayoría, ha defendido durante años la hipótesis zoonótica, aunque reconoce que NO existen pruebas concluyentes de ninguno de los dos escenarios.

La postura de la inteligencia estadounidense

En enero de 2025, la CIA cambió su postura oficial y afirmó que veía «más probable» que el COVID-19 se hubiera filtrado de un laboratorio chino, en concreto del Instituto de Virología de Wuhan, que que se hubiera transmitido a través de animales.

Esta evaluación se basa en un análisis de inteligencia encargado por las administraciones de Trump y Biden, aunque la propia agencia reconoce que su nivel de confianza en esta conclusión es bajo, debido a la falta de pruebas directas y a la opacidad de las autoridades chinas (aunque por su condición no menos opaca es la Central de Inteligencia estadounidense).

«La agencia cree que la totalidad de la evidencia hace que un origen de laboratorio sea más probable que un origen natural. Pero la evaluación asigna un bajo grado de confianza a esta conclusión, lo que sugiere que la evidencia es deficiente, no concluyente o contradictoria«.

Entre los argumentos que sustentan esta hipótesis, destacan:

  • La coincidencia geográfica entre el brote y el IVW.
  • El historial del laboratorio en el manejo de coronavirus de murciélagos.
  • Informes sobre posibles fallos en los protocolos de bioseguridad.
  • La falta de cooperación y transparencia de las autoridades chinas.

Sin embargo, la CIA admite que «tanto los escenarios relacionados con la investigación como los de origen natural siguen siendo plausibles».

Evidencias y contra-evidencias científicas

pfizer vacunas covid-19 exceso muertes

Durante los primeros meses de la pandemia, la teoría del escape de laboratorio fue desestimada por la mayoría de la comunidad científica y tachada de «conspiranoica».

Sin embargo, y como era de esperar pues esto sucede cada vez que hay una crisis sanitaria similar, con el paso del tiempo, han surgido voces y estudios que piden no descartar ninguna hipótesis.

El neuropsiquiatra argentino Gabriel de Erausquin, por ejemplo, sostiene que el SARS-CoV-2 fue creado en un laboratorio chino, calificándolo de «sintético o semisintético».

Apunta a la viróloga china Li Meng Yan, quien publicó un informe en Shanghái antes de refugiarse en Estados Unidos alegando amenazas del régimen de Pekín. 

De Erausquin cita estudios de equipos en Holanda y Reino Unido que habrían detectado manipulaciones en la proteína spike del virus, aunque la comunidad científica internacional sigue debatiendo la interpretación de estos resultados.

Según esta línea, el virus habría sido diseñado como parte de un proyecto para desarrollar una vacuna, pero «se les fue de las manos» y escapó del laboratorio por condiciones deficientes de bioseguridad.

Por su parte, el gobierno chino y la mayoría de los virólogos insisten en que una filtración es «extremadamente improbable» y que no existen pruebas concluyentes de manipulación genética. China apunta a Estados Unidos como posible origen del virus, mencionando brotes de enfermedades respiratorias no identificadas en ese país en 2019 y la detección de anticuerpos en muestras de sangre estadounidenses previas al brote de Wuhan.

El papel de la política y la geopolítica

El debate sobre el origen del COVID-19 está profundamente contaminado por intereses políticos, económicos y geoestratégicos. La administración Trump, por ejemplo, impulsó la teoría del laboratorio y presionó a la inteligencia estadounidense para que investigara esa posibilidad.

En 2020, la Casa Blanca publicó una web con cinco argumentos a favor de la hipótesis del escape de laboratorio, entre ellos el historial de bioseguridad del IVW y la coincidencia geográfica.

China, por su parte, ha bloqueado el acceso a información clave, ha restringido las investigaciones independientes y ha respondido con campañas de desinformación y acusaciones cruzadas. Esta falta de transparencia ha alimentado la sospecha y ha dificultado que la comunidad internacional llegue a una conclusión definitiva.

Lo que sabemos con certeza:

  • El SARS-CoV-2 es un coronavirus emparentado con otros virus encontrados en murciélagos de herradura del sur de China, aunque no se ha identificado el «eslabón perdido» que explique el salto a humanos.
  • El primer brote documentado se produjo en Wuhan, donde existe un laboratorio de máxima seguridad especializado en coronavirus.
  • No hay pruebas directas, a día de hoy, de que el virus fuera creado o manipulado con fines bélicos o deliberados.
  • Tampoco hay pruebas concluyentes de un salto zoonótico directo, ni se ha identificado un animal intermedio confirmado.
  • Las autoridades chinas han dificultado el acceso a datos, muestras y registros del laboratorio, lo que ha impedido investigaciones independientes y transparentes.
  • La comunidad científica está dividida, y los principales organismos de inteligencia reconocen que probablemente nunca se llegue a una certeza absoluta, dadas las circunstancias.

El caso Li Meng Yan: denuncias, exilio y controversia

Uno de los episodios más mediáticos fue la denuncia de la viróloga china Li Meng Yan, quien huyó a Estados Unidos y publicó un informe en el que afirmaba que el SARS-CoV-2 había sido creado en laboratorio. Yan alegó amenazas y persecución por parte de las autoridades chinas, y sus declaraciones fueron amplificadas por medios afines a la teoría del laboratorio.

Sin embargo, su informe fue recibido con escepticismo por buena parte de la comunidad científica, que lo consideró insuficientemente fundamentado y carente de pruebas concluyentes. Aun así, su testimonio puso de relieve la falta de transparencia y el clima de opacidad en torno al IVW.

El IVW es uno de los pocos laboratorios P4 de Asia. Desde 2015, científicos de este centro han realizado investigaciones sobre coronavirus de murciélagos y han publicado artículos sobre la manipulación de la proteína spike para estudiar la infectividad en células humanas.

Estas investigaciones, aunque legítimas desde el punto de vista científico, han sido utilizadas por los defensores de la hipótesis del laboratorio para señalar posibles riesgos y negligencias.

Informes filtrados han apuntado a posibles fallos en los protocolos de bioseguridad, personal insuficientemente formado y problemas de mantenimiento en las instalaciones. Sin embargo, no existe documentación pública que pruebe un incidente concreto de fuga en las fechas previas al brote.

El debate científico: ¿manipulación genética o evolución natural?

Una de las claves del debate es si el SARS-CoV-2 muestra huellas de manipulación genética. La mayoría de los análisis genómicos publicados en revistas científicas concluyen que el virus no presenta «marcas» típicas de ingeniería genética, como secuencias de restricción o patrones de corte y pega.

Sin embargo, algunos investigadores sostienen que ciertas características, como la inserción de un sitio de clivaje de furina en la proteína spike (una secuencia específica de aminoácidos presente en la proteína spike (S) del SARS-CoV-2 que puede ser reconocida y cortada por la enzima furina), podrían ser indicio de manipulación, aunque también podrían haberse producido por evolución natural.

La ausencia de pruebas concluyentes en uno u otro sentido mantiene el debate abierto. No obstante, hay que recordar que Pfizer se benefició significativamente al desarrollar y comercializar una vacuna basada en la proteína spike del SARS-CoV-2. Hizo el negocio del siglo, vaya.

La vacuna de Pfizer-BioNTech utiliza tecnología de ARNm que instruye a las células humanas para producir temporalmente la proteína spike, generando así una respuesta inmunitaria protectora contra el virus. Y que la hacerla en tiempo récord, un año, causó graves lesiones a un número incontable de personas.

Covid 19 miguel jara

La OMS y las investigaciones internacionales

La Organización Mundial de la Salud (OMS) envió en 2021 una misión internacional a Wuhan para investigar el origen del virus. El informe final concluyó que la hipótesis más probable era el salto zoonótico, aunque no pudo descartarse totalmente la fuga de laboratorio debido a la falta de acceso a datos y registros completos.

La OMS pidió a China mayor transparencia y cooperación, pero hasta la fecha, las autoridades chinas han limitado el acceso a información clave.

Otro aspecto relevante es la financiación de las investigaciones en el IVW. Diversos informes han señalado que el laboratorio recibió fondos de programas internacionales, incluidos proyectos estadounidenses destinados a estudiar la transmisión de coronavirus de animales a humanos.

Estos vínculos han sido utilizados por algunos sectores para alimentar teorías conspirativas, aunque no existen pruebas de que dichos fondos estuvieran destinados a crear un virus patógeno para humanos.

Cinco años después del inicio de la pandemia, el origen del COVID-19 sigue envuelto en misterio. La hipótesis del escape de laboratorio ha ganado peso en algunos círculos científicos y de inteligencia, pero sigue sin pruebas directas e irrefutables.

La falta de transparencia y la politización del debate han dificultado enormemente la búsqueda de la verdad. La ciencia, por ahora, no puede descartar ninguna de las dos hipótesis principales. El tiempo, la investigación independiente y el acceso a datos completos serán clave para esclarecer uno de los mayores enigmas de nuestro tiempo.

La historia, como siempre, sigue escribiéndose. Y nosotros, como ciudadanos y periodistas, debemos seguir exigiendo respuestas.

Suscríbete a mi Newsletter

¡Y únete a mi comunidad!

¿Te apasiona la salud, la alimentación y la ecología? No te pierdas mis investigaciones exclusivas y análisis en profundidad. Suscríbete a mi newsletter y recibe contenido directamente en tu bandeja de entrada.

¡Suscríbete ahora y sé parte del cambio!

¡No hago spam! Lee mi política de privacidad para obtener más información.

Compártelo:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *