Vacunas Covid: El Tribunal Europeo obliga a la Comisión a revelar los mensajes secretos entre Von der Leyen y Pfizer
Durante la pandemia de la COVID-19, la Comisión Europea (CE) lideró un proceso de compra conjunta de vacunas para todos los Estados miembros de la Unión Europea, con el objetivo de maximizar su capacidad de negociación y asegurar el suministro de dosis para el bloque comunitario.
En ese contexto, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, mantuvo contactos directos con Albert Bourla, CEO de Pfizer, empresa que se convirtió en uno de los principales proveedores de vacunas para la UE tras los problemas con las vacunas de AstraZeneca que poco después de su comercialziación provocaron numerosos casos de trombos y daños en el torrente sanguíneo de innumerables personas, muchas de las cuales murieron:

En 2021, el diario The New York Times reveló que parte de las negociaciones entre Von der Leyen y Bourla se habían realizado a través de mensajes de texto y llamadas telefónicas.
A raíz de esta información, Matina Stevi, periodista del citado medio, solicitó formalmente a la Comisión Europea el acceso a todos los mensajes de texto intercambiados entre Von der Leyen y Bourla entre el 1 de enero de 2021 y el 11 de mayo de 2022, invocando el Reglamento de Acceso a Documentos de la UE.
La Comisión rechazó la solicitud alegando que no estaba en posesión de los documentos solicitados. Ante esta negativa, Stevi y The New York Times recurrieron al Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) para solicitar la anulación de la decisión de la Comisión.
El Reglamento (CE) n.º 1049/2001 sobre el acceso del público a los documentos de las instituciones de la UE establece que, en principio, todos los documentos en poder de las instituciones deben ser accesibles al público, salvo excepciones justificadas.
Este marco legal busca garantizar la máxima transparencia y el derecho a la información, pilares fundamentales en la gobernanza europea.
Cuando una institución afirma que un documento no existe en respuesta a una solicitud de acceso, se presume la veracidad de dicha afirmación. Sin embargo, esta presunción puede ser desvirtuada si el solicitante presenta pruebas relevantes y coherentes que demuestren la existencia de los documentos.
Desarrollo del proceso judicial
La Comisión Europea defendió su negativa alegando que no poseía los mensajes solicitados. A lo largo del procedimiento, sus respuestas se basaron en suposiciones, información imprecisa o cambiante, y en la afirmación de que los mensajes no contenían información relevante para ser conservada según la normativa interna sobre gestión documental.
Por su parte, Stevi y The New York Times presentaron pruebas y argumentos sólidos que apuntaban a la existencia de intercambios de mensajes de texto entre Von der Leyen y Bourla durante las negociaciones para la compra de vacunas.

Entre las evidencias, se incluyeron declaraciones públicas del propio Bourla reconociendo la existencia de estos mensajes y publicaciones periodísticas que documentaban la existencia de comunicaciones directas entre ambos líderes en momentos clave de la pandemia.
Además, la parte demandante cuestionó que la Comisión no hubiera registrado ni conservado estos mensajes, a pesar de su relevancia en el proceso de toma de decisiones públicas y en la gestión de contratos multimillonarios con implicaciones para toda la ciudadanía europea.
Hoy, 14 de mayo de 2025, el TGUE ha dictado sentencia anulando la decisión de la Comisión Europea y dando la razón a Stevi y The New York Times.
Fundamentos de la sentencia
- Falta de explicación plausible: El Tribunal consideró que la Comisión no proporcionó una explicación plausible ni suficientemente detallada sobre la inexistencia o no posesión de los mensajes solicitados. La Comisión no explicó qué tipo de búsquedas realizó, dónde las efectuó ni si los mensajes fueron borrados, y en caso afirmativo, si la eliminación fue deliberada o automática, o si hubo un cambio de dispositivo que justificara la desaparición de los mensajes.
- Pruebas presentadas por la parte demandante: El Tribunal reconoció que Stevi y The New York Times aportaron pruebas pertinentes y concordantes que demostraban la existencia de intercambios de mensajes de texto entre Von der Leyen y Bourla en el contexto de la adquisición de vacunas durante la pandemia. Estas pruebas lograron desvirtuar la presunción de no existencia o no posesión de los documentos por parte de la Comisión.
- Obligación de transparencia: El TGUE recordó que el derecho de acceso a los documentos de la UE debe interpretarse de forma que garantice el mayor grado posible de transparencia. Subrayó que, en casos donde existe evidencia de la existencia de documentos, corresponde a la institución explicar de manera creíble por qué no pueden ser localizados o entregados.
- Relevancia del contenido: El Tribunal hizo hincapié en que, para el derecho de acceso público, lo relevante es el contenido del documento y no el soporte o la forma en la que se encuentra (es decir, los mensajes de texto son documentos a efectos legales, igual que los correos electrónicos u otros formatos).
La sentencia representa un revés importante para la Comisión y, en particular, para la presidenta Von der Leyen, ya que pone en entredicho la gestión de la transparencia y la conservación de documentos en asuntos de gran relevancia pública, como la compra de vacunas durante la pandemia.
«Pfizergate»
El caso, conocido mediáticamente como «Pfizergate», ha reavivado el debate sobre la transparencia y la rendición de cuentas en las instituciones europeas, especialmente en situaciones de emergencia como la pandemia de COVID-19, donde las decisiones tomadas afectan directamente a millones de ciudadanos y su salud pública.
Tras la anulación de su decisión, la Comisión debe subsanar el vacío legal generado y adoptar una nueva resolución conforme a los criterios establecidos por el Tribunal, lo que podría incluir la realización de búsquedas exhaustivas y la presentación de explicaciones detalladas sobre la gestión de los mensajes solicitados.
En resumen: Existen pruebas y testimonios de que hubo mensajes de texto entre Von der Leyen y Bourla durante las negociaciones, pero no hay acceso público a los documentos ni a su contenido, ya que la Comisión Europea sostiene que han sido borrados y nunca los ha entregado, pese a la reciente sentencia judicial que le exige explicaciones más detalladas y plausibles sobre su gestión.
Seguiremos atentos para ver si algún día, seguro que sí, conocemos lo que tramaron entre la persona más poderosa de la UE y el tipo más poderoso de la multinacional farmacéutica más poderosa (gracias entre otras cosas a la pandemia). Menuda «bourla».