Aumentan en un 130% las notificaciones de daños por el uso de cosméticos en 2023
La cosmética es un mundo del que la gente desconoce sus potenciales daños. No es como ocurre con los fármacos, que la conciencia de que pueden ofrecer efectos secundarios está más extendida.
Según el Informe de Cosmetovigilancia 2023, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recibió e investigó 120 notificaciones de posibles daños durante el año pasado. De ellas, siempre según el organismo de Sanidad, un 74% no revestía gravedad.
De ellas, el 30% correspondían a productos de cuidado de la piel, el 28% a desodorantes, el 10% a productos solares y el 7% a depilatorios.
Además, dice la Agencia que otras 40 notificaciones adicionales no pudieron ser investigadas por no contar con la información suficiente, como el nombre completo del producto, o el tipo de efecto no deseado producido
El aumento en estos avisos producido en 2023, primer año de funcionamiento de NotificaCS, permite un mejor estudio de los efectos no deseados, algo que aporta mayor seguridad de los productos cosméticos. Eso dicen desde el organismo sanitario. Yo digo que ya era hora pues como se ve falta hacía.
Y, ¿cuáles fueron los daños provocados por los cosméticos? Los efectos no deseados que más se repitieron fueron la dermatitis inespecífica, con el 25% de las notificaciones, el acné cosmético o foliculitis (23%), la dermatitis alérgica (18%) y la dermatitis irritativa (7%).
Las notificaciones consideradas graves se produjeron en un porcentaje similar entre las distintas categorías de productos cosméticos. Sin embargo, con respecto a la sintomatología, la dermatitis alérgica, con el 7% de los casos, fue la reacción adversa grave más recurrente.
En el 84% de los 31 casos graves notificados, el criterio de gravedad establecido fue el de incapacidad funcional temporal o permanente.
Me parece curioso lo que cuenta la AEMPS. Dice que las 120 notificaciones recibidas correspondían a un total de 87 productos. Y que tras realizar una investigación de todos los casos, determinó que en 86 productos no había un riesgo para la salud de la población general, sino que en todos los casos los efectos no deseados relacionados
se debían a reacciones particulares relacionadas con la idiosincrasia de cada persona consumidora. Tras la evaluación global de los casos no se detectó ninguna tendencia que indicara un riesgo emergente».
Vaya que de haber responsabilidad, no es de ningún fabricante sino de quien usa el cosmético. Es algo que me extraña pues muchos de esos productos llevan componentes tóxicos.
Y un comentario final sobre el modo de actuar de la Agencia. Yo no sé si es cierto lo que dice sobre que ha investigado todos esos casos, pero con los daños provocados por fármacos no lo hace. Eso lo sé yo de buena tinta.
Por ejemplo, cuando hubo muertes por las vacunas Covid-19 de AstraZeneca, meses después de ponerlas en conocimiento de esta entidad sanitaria, las familias me contaron que sobre sus casos ya no habían vuelto a saber nada.