Los nuevos casos de Covid se producen en personas que han recibido todas las dosis de las vacunas

Los datos que llegan a diario desde hace mucho revelan que la irrupción de nuevos casos de infectados con Covid, no cesa. La incidencia de la enfermedad ha vuelto a dispararse y ya está por encima de 1.000 por 100.000 habitantes solo en mayores de 60 años.

Los medios de comunicación, como el enlazado, cuentan que la preocupación es tal que hay varias comunidades que ya han instado a volver a las mascarillas en interiores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre Centaurus, la nueva variante de Covid cinco veces más contagiosa que la ómicron.

En una abrumadora mayoría los nuevos casos de Covid se producen en personas que han recibido todas las dosis de las vacunas y todos los refuerzos sugeridos. Decenas de familiares, amigos y conocidos vacunados una y otra vez en todas las latitudes, se infectan y reinfectan.La Vacuna libro

Como explica el investigador y profesor de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, Luis Carlos Silva,

el argumento de que no haya inmunidad de rebaño es un dato real e interesante, pero ni siquiera es la mejor prueba de que las vacunas no previenen los contagios -como era el objetivo declarado desde el primer ensayo clínico que posibilitó la aprobación de cada una de ellas-«.

Los datos arriba mencionados son suficientemente elocuentes por sí mismos.

Y añade:

Sobre el tema de si las vacunas han actuado como un tratamiento que, una vez que el virus ingresó y se internalizó en la célula, consigue que el proceso morboso no prospere hacia la gravedad, o hacia la necesidad de hospitalización y o hacia la muerte, mi opinión es que puede ser que así sea en alguna medida. Pero no conozco de pruebas en esa dirección«.

El hecho de que haya menos casos con tales evoluciones que antes de las vacunas o que antes de aparecer la variante ómicron, no parece prueba suficiente. La atribución de que gracias a ellas se han salvado muchas vidas se repite como un mantra pero ¿dónde están los estudios que lo confirmen y que a la vez descarten o cuantifiquen el efecto de otras posibles explicaciones para aquellas deducciones?

¿Cuáles son esas posibles explicaciones alternativas o, como mínimo, complementarias? Para este matemático y experto en estadística, por lo menos, las siguientes cinco:

1. A la vez que se tiene más gente vacunada, también se tiene más gente que ha pasado por la dolencia (hayan sido registrados o no), de modo que las defensas son mayores que en el pasado.

2. Cada vez se registran menos los casos (por diversas razones), de modo que es natural que haya menos hospitalizaciones (por ejemplo) que puedan atribuirse a casos que no se han reconocido como enfermos de Covid-19.

3. Las variantes circulantes en los últimos meses (ómicron y sus subvariantes) parecen ser menos agresivas o pudieran serlo. Más propensas a no «bajar» del aparato respiratorio superior.

Si son intrínsecamente menos dañinas, el riesgo de incurrir en la falacia «post hoc, ergo propter hoc» es muy considerable. Esta es una falacia que afirma o asume que si un acontecimiento sucede después de otro, el segundo es consecuencia del primero.

4. El «efecto cosecha», bien conocido de los epidemiólogos desde hace décadas para explicar por qué las sucesivas olas causan menos estragos que las precedentes.

Ese efecto se refiere a que la mortalidad aumenta en un momento concreto a expensas del fallecimiento de personas cuya defunción, en ausencia de ese fenómeno o enfermedad, se hubiera producido igual en un momento relativamente cercano debido a su situación de fragilidad o vulnerabilidad.

Moderna vacuna Covid

5. Puesto que el ideal de las empresas es que se le apliquen la mayor cantidad de dosis a las personas, si fuera cierto que las vacunas tienen un peso no sustantivo en la reducción de la mortalidad, ese mercado se vería disminuido.

Y el grado en que los intereses corporativos pueden influir en aquello de lo que nos enteramos y de lo que no nos enteramos no es desdeñable, a juzgar por una historia muy copiosa y documentada de la magnitud de esa influencia cuando quieren defender a toda costa sus réditos.

Mientras tales posibles explicaciones sigan siendo directamente desdeñadas o ignoradas (salvo alguna excepción con alguna de ellas y de manera fragmentaria), seguirá habiendo personas que recelen de la afirmación-mantra.

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2 comentarios

  1. El cientifico Robert Malone, quien trabajó varios años en el desarrollo de las vacunas ARN, sostiene que las vacunas que han aplicado a las personas fijan una impronta en el organismo que le predispone a responder unicamente a la variante covid que se intenta combatir. De esta manera, el organismo no puede responder a otras variantes covid que van apareciendo. https://www.youtube.com/watch?v=50v2PrQyxi0 – sugiero, activar los subtitulos pues Malone habla con términos técnicos que podrian ser complicados de entender o retener.

  2. Según un estudio japonés (y unos cuantos más) las inoculaciones repetidas en tan poco tiempo, además de degradar el sistema inmunitario, multiplican lo que se conoce por las siglas ADE en inglés- enfermedad agravada por la vacuna- así como ERD (Enhanced Respitatory Disease) que, traducido al castellano, sería algo así como enfermedad respiratoria agravada por la vacuna. No deja de ser curioso que los hospitalizados sean las personas mayores de 60 años a quienes se les inocularon las dos dosis + la de refuerzo.

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