Competencia investigará si la farmacéutica Aspen especula con el precio de los medicamentos contra el cáncer
La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha abierto un expediente sancionador a la farmacéutica Aspen por posibles prácticas abusivas. El tema de fondo es la especulación con el precio de los medicamentos contra el cáncer.
Como cuenta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el laboratorio había dejado de vender en España sus tratamientos anticancerígenos, estrategia que conlleva que sus productos se importen como medicamentos extranjeros a precios mucho más elevados.
En 2013, la farmacéutica Aspen solicitó a la Agencia Española de Medicamentos una subida de precios de algunos de sus fármacos para el cáncer.
Coincidiendo con esas negociaciones, se produjo un desabastecimiento en las farmacias que se prolongó durante meses hasta que, en abril de 2014, cesó la comercialización de esos medicamentos», explican en la OCU.
De manera paralela, en Italia esta farmacéutica adoptó una estrategia de negociación tan agresiva que llegó a amenazar a la agencia italiana de medicamentos (AIFA) con interrumpir el suministro si no se aceptaban incrementos de precio de entre un 300% y un 1.500%. Ante esta situación, la asociación italiana Altroconsumo presentó una denuncia que concluyó con una multa de cinco millones de euros a Aspen impuesta por la Autoridad Italiana de la Competencia.
Poco después de conocer esa sanción ejemplar, OCU se dirigió a la Ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, para denunciar el continuado desabastecimiento del mercado interno por parte de la farmacéutica Aspen y demandar información sobre el incremento de los precios de ciertos medicamentos oncológicos que ahora debían importarse.
La ministra no ha contestado.
Todo esto nos documenta la especulación que existe en torno al precio de los medicamentos.
En una investigación que publicó el diario El Mundo hace poco se contaba que España licitó la compra de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) con un requisito:
que, al menos, protegiera contra dos tipos del virus, lo que abría la puerta a ambos laboratorios. Merck y GlaxoSmithKline (GSK) se presentaron y ambos ofrecieron el mismo precio, el máximo posible y sin rebajas, a pesar de estar vendiendo composiciones distintas: 31,02 euros por cada vacuna».
¿Ha ejercido presiones la farmacéutica para que se autorice el incremento de precios de estos medicamentos? ¿La importación de estos medicamentos es una manera de aceptar las condiciones impuestas por Aspen? ¿Hasta cuándo se van a importar y a qué precio?
Si Aspen no cumple con el abastecimiento del mercado interno, ¿qué medidas se han adoptado con el titular de la comercialización? ¿Los españoles y españolas pueden acceder a estos medicamentos en igualdad de condiciones en todas las comunidades autónomas? ¿Por qué la autoridad de la competencia en España no se muestra tan activa como la italiana en estos casos?
Todo eso se pregunta la OCU sin que sirva de mucho por la negativa a responder de la ministra.
Hay indicios de posibles prácticas abusivas tal como sostenía OCU. La CNMC analizará si
se ha provocado un desabastecimiento deliberado del mercado nacional con el fin de eludir el precio intervenido aplicable en el mercado español e importar los medicamentos de otros países europeos» imponiendo los precios determinados por la propia farmacéutica Aspen.
Compramos medicamentos a precios más altos que los originales (fijaros en la tabla que publica OCU elaborada con datos de la sanidad andaluza).
Hay precedentes en todo. El caso de Avastin y Lucentis es un ejemplo evidente de ineficiencia (y ¿corrupción?): dos medicamentos para el mismo uso (la degeneración macular, DMAE) que presentan una eficacia muy similar… pero tienen precios muy dispares, el medicamento autorizado, Lucentis, cuesta 100 veces más que el otro.
Así lo denunció también la OCU ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia… pero ni caso.
Y las autoridades antimonopolio de Italia también aplicaron una multa a los laboratorio implicados, de 180 millones de euros a Novartis y Roche, en concreto. Las consideró responsables de confabular o estafar para manipular el mercado de medicamentos italiano.