Caso de los sobornos por prótesis de cirujía: «Si no pagas no trabajas»
El podólogo de Tarragona Manuel Molina me avisó a comienzos de 2014 sobre la corrupción existente en el ámbito de la cirujía, pública y privada, en Cataluña (y supongo que en otras partes) con las prótesis. Hay empresas que pagan un generoso «royaltie» a los médicos que colocan en sus prótesis. Él lleva 30 años denunciándolo y hace unos meses se celebró otro juicio por lo que el tema sigue abierto.
En Tarragona, por ejemplo, hospitales como el Joan XXIII han desviado a la mayoría de sus pacientes a dos ortopedias de la ciudad. A cambio, asegura Molina, de sobornos a los médicos. Es un caso de corrupción médico-ortopédica destapadado tanto por El País como la prensa de Tarragona en diciembre de 2014. Hay hechos similares en otras provincias.
La Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) publicó la Resolución en la cual se sancionaba con multas de 26.000 euros a la ortopedia Ceorma de Tarragona y con multa de 45.000 euros a Caravaca Ortopèdics, también de Tarragona, por infracción grave, que se ha venido cometiendo de manera ininterrumpida entre los años 2007 y 2012.
Más tarde se ha sabido que una treintena de cirujanos de la sanidad pública y privada han cobrado comisiones de hasta el 30% del precio de las prótesis vertebrales, de cadera y rodilla implantadas a sus pacientes.
Así lo revelan documentos de la empresa Traiber corroborados por exempleados de la compañía. Un juzgado de Reus (Tarragona) y la Guardia Civil, que ya investigaban a Traiber por la venta de prótesis caducadas, han puesto el foco en estos pagos.
Neurocirujanos y cirujanos ortopédicos aceptan e incluso exigen sobornos a los que denominan «royalties». Se observa una dura competencia entre las empresas por ganarse a los facultativos. El de las prótesis es un sector que mueve mucho dinero y la decisión de compra está en muy pocas manos.
Uno de los médicos incluso comenta a los responsables de la empresa que le soborna que en breve las compras en el hospital donde se desempeña las hará una sola persona y que eligirá las de la empresa que haga la mejor oferta, incluídos regalos…
Pero además y esto convierte el caso en más grave aún, se han detectado prótesis en mal estado o que han causado reacciones adversas, lo que supuso que hace unos meses se pusieran en vigilancia a más de 6.000 personas que portan ese tipo de prótesis.
Lo cierto es que el Juzgado de Instrucción 3 de Reus investiga a la empresa, que está en concurso de acreedores, tras la denuncia de una exempleada que puso de manifiesto la venta de prótesis caducadas, con los certificados falsificados y sin los permisos legales necesarios.
Aún sin cerrar el escándalo de la llamadas Prótesis PIP, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ha informado de la prohibición de la venta en Europa de implantes de silicona para cirugía de la empresa brasileña Silimed, con distribuidora en España.
De acuerdo con la información facilitada, esta suspensión viene motivada por los defectos de calidad identificados durante una inspección a la planta de fabricación de Silimed en Brasil, en la que se determinó la existencia de partículas en la superficie de algunos implantes.
Ayer Manuel, volvió a ponerse en contacto conmigo. Lo hizo mediante un comentario en el post de mi blog titulado La práctica corrupta de «incentivar» a los profesionales sanitarios. Se muestra «totalmente de acuerdo» con el contenido de mi texto y nos corrobora que
en Tarragona la mordida de los traumatólogos y rehabilitadores es del TREINTA por ciento a pagar el día 30 de cada mes y en negro azabache. Si no pagas no trabajas».
Y concluye:
En Cataluña (España) la mayoría de traumatólogos y rehabilitadores dirigen a sus pacientas a determinadas ortopedias que a cambio les compensan con la citada comisión. Los organismes oficiales como Catsalut y el Institut Català de la Salut lo permiten».
Mientras escribo estas letras recibo una llamada del servicio de Gestión de citas de la Consejería de Sanidad de Madrid. Me dan hora con Rehabilitación precisamente, en el hospital que tengo más cercano, para revisarme el hombro (me lo rompí hace meses). En fin, se me queda el cuerpo…