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Un hombre sabio y honesto que habla de mafias sanitarias

El Diario de Mallorca ha publicado una entrevista con Germán Velásquez titulada Las farmacéuticas son tan poderosas que los Estados no pueden controlarlas. Velásquez ha trabajado durante veinte años en la Organización Mundial de la Salud (OMS) siendo máximo responsable de los temas relacionados con las patentes y los genéricos. Él divulgó en un documento las vías existentes para que los países pobres puedan acceder a los medicamentos a pesar del alto precio de las patentes. El texto no agradó a la industria farmacéutica y llegó a recibir amenazas y agresiones.

VelasquezLas respuestas a la entrevista van en la línea que han marcado algunos premios Nobel en los últimos años, y toca algunos puntos que hemos debatido y seguiremos debatiendo en este blog. Fíjense porque de nuevo alguien de la relevancia de esta persona vuelve entre líneas a hablarnos de un sistema económico, el actual, rayano en el crimen que cuando las normas no le favorecen recurre a las tácticas mafiosas. Velásquez confirma muchas cosas que narro en mis libros, yo no tenía dudas pero es interesante leérselo a alguien que ha trabajado a este nivel:

—¿Estamos irremediablemente en manos de las farmacéuticas o podemos luchar?

— Estamos en sus manos, pero no sólo podemos luchar: es que debemos hacerlo. Los gobiernos van a tener que hacer algo para que los sistemas de salud en Europa Occidental sigan siendo viables. Tienen que reglamentar la industria y cambiar la forma de investigar y desarrollar medicamentos.

—¿Los estados deberían encargarse más de la investigación?

— Justamente. En este punto, la única solución sería que el Estado investigue cada vez más en productos farmacéuticos. Primero porque la investigación actual no está basada en las necesidades actuales de la población, sino en función de los mercados. La industria crea medicamentos que está segura que va a vender. Además no se innova, solo se introducen pequeñas modificaciones para poderlos patentar y tenerlos en un régimen de monopolio con altos precios por un periodo de 20 años, según las reglas impuestas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) y suscritas por 146 países.

— En 2001 se dice que ganó ´la gran batalla´ del acceso a los medicamentos, ¿cuál fue?

— En el 95 se crea la OMC, formada por una serie de acuerdos internacionales de obligado cumplimiento para todos los miembros. Uno de esos acuerdos es el de la propiedad intelectual, que se aplicaba también a los medicamentos, que por tanto podían ser también patentados. Y una patente garantizaba un derecho de exclusividad durante 20 años. Este acuerdo tenía una serie de flexibilidades para aplicarlo en la salud pública y proteger así el acceso a los medicamentos. Incluso se podía retirar la patente para algún medicamento que fuese fundamental para una emergencia sanitaria o una epidemia. Pero nadie conocía esas flexibilidades y para hacer negocio no interesaba divulgarlo. En el 2000 la OMS publicó un documento, yo fui el autor, que difundía todas estos mecanismos de acceso a los medicamentos. Hubo mucho debate y ataques a mí y a la OMS. En 2001 se hizo en Doha la conferencia de la OMC y ahí se ratificó y se hizo una declaración oficial certificando que existen estas flexibilidades. Fue una gran victoria.

— Pero…

— Pero había Estados que se oponían al uso de estas excepciones, los que albergan los grandes laboratorios, como EEUU y otros de Europa occidental; países que utilizan los chantajes y las presiones diplomáticas para que no se usen estas excepciones. Está muy bien documentado con casos de presiones en Brasil, Tailandia, Guatemala… El caso más dramático: en 2001, 39 compañías farmacéuticas denunciaron la ley del medicamento de África del Sur, que incluía la posibilidad de utilizar los mecanismos de acceso ratificados por la OMC. Al final perdieron las compañías, pero en realidad perdieron los pacientes que no tuvieron acceso a medicinas durante los dos años que duró el litigio.

— Cuando divulgó estas vías para acceder a los medicamentos fue usted amenazado e incluso agredido físicamente.

— Hubo amenazas e intimidaciones. No me sentí en peligro, pero temía que llegara a mi familia, como pasó. Fui atacado en Ginebra, donde vivo, y en más sitios. En Río una vez me cortaron [muestra una cicatriz en la muñeca de unos 15 centímetros]. Me enviaban mensajes para que dejara de atacar a la industria farmacéutica.

— El libro y la película El jardinero fiel parece más verosímil que nunca al oír su historia.

— Ésa es mucho más extrema, pero cuando pasó todo esto, la OMS quiso guardar esto en secreto. Pero fueron aumentando las amenazas y tuvieron que intervenir mi teléfono para registrar todas las llamadas y ya lo sabía mucha gente y llegó a los periódicos. En El Globo de Brasil publicaron: Funcionario de la OMS amenazado de muerte. Y salieron varios artículos. Un realizador francés quería hacer una película con mi historia, pero les propusimos hacer un documental sobre el acceso a los medicamentos siguiendo como pretexto todo lo que me pasó a mí. Se llama El lucro o la vida.

—¿Llegan a exagerar o incluso a inventarse dolencias para poder vender más medicamentos?

— En un estudio que hicimos en la India, África del Sur, Brasil, Argentina y Colombia, se analizaron los medicamentos patentados y puestos en el mercado en los últimos cinco años. Y en más del 90% de los casos no correspondía a las patologías principales de esos países. Y añado: más del 25% era para enfermedades del sistema nervioso. Y para el sistema nervioso en los últimos 20 años se han creado varias enfermedades, en EEUU sobre todo. Allí cuando ven que un niño es un poco más nervioso de la cuenta, lo medican. Además, se los dan durante muchos años sin saber qué efectos tendrá después.

— ¿La gripe A nos mostró el poderío de las farmacéuticas?

Primero con la gripe aviar. Por primera vez en la historia, los gobiernos estuvieron almacenando un medicamento cuya eficacia no estaba comprobada y para una enfermedad que no había llegado, la gripe aviar. Con los lobbys y las presiones se llegó a ese absurdo. También después con la pandemia H1N1, la gripe A, cuando los gobiernos compraron con el dinero de los contribuyentes millones de vacunas que tendrán que ser destruidas. Francia compró 94 millones de vacunas y sólo utilizó 6. Al principio se quiso regalar a los países pobres lo que sobró, pero varios países africanos las rechazaron. No les servían de nada.

—Para ahorrar, en España los médicos prescribirán sólo medicamentos genéricos. ¿Es el camino a seguir?

— Eso sería un triunfo para el sector salud. Hay muchos genéricos de excelente calidad que pueden reemplazar a los de marca, que valen hasta diez veces más. Sería un beneficio inteligente de la crisis. Otra consecuencia de la crisis sería recortar los presupuestos sanitarios, algo que ya pasa y es gravísimo, es ir contra la historia de la salud pública en Europa.

— Un grupo de investigadores españoles ha logrado muy buenos resultados en la fase inicial de una vacuna contra el sida. ¿Las industrias intentan frenar la llegada de vacunas así?

— Lo que está claro es que por razones éticas y sea quien sea que lo descubra esto debería ser de dominio público. Sería muy irresponsable dejar que se patente una vacuna contra una pandemia. Es como con la malaria o el paludismo. Hay varias investigaciones que son producidas a medias entre lo público y lo privado y no se sabe cuál será el estatuto de propiedad intelectual de la vacuna. Debería ser de dominio público y que el Estado indemnice o pague los royalties al privado.

— Dígame algo bueno de las farmacéuticas.

— Las compañías han hecho un trabajo extraordinario, la revolución terapéutica que supuso la salida de los primeros antibióticos hace 40 años cambió la fase de la medicina y de la salud pública, pero creció tanto que se convirtió en un negocio tan poderoso que es difícil para los propios gobiernos controlar a estos monstruos financieros gigantescos transnacionales. Hoy la industria no busca medicamentos que curen la hipertensión o la diabetes u otras enfermedades, siguen creando medicamentos que crean dependencia. Si encuentran la cura definitiva, se matan el negocio.

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6 comentarios

  1. Me gustaria saber como es realmente el negocio de las farmacias. Por qué un farmaceutico, propietario, además de tener un sueldo mensual, puede repartir beneficios a fin de año.
    Gracias Miguel.

  2. Para Marta. Cuando Pilar habla de que no hay diferencia entre Monsanto y la industria química-farmacéutica, hace referencia a las prácticas mafiosas de intimidación, que usan con los gobiernos y con los particulares, puedes buscar información sobre Monsanto, en España no están portándose mejor que en otros países y el gobierno parece no darle importancia. En cuanto a la industria química-farmacéutica, puedes encontrar mucha información dos puntos, serían este mismo blog y otro leer las declaraciones que ha ido haciendo Germán Velásquez, no tienen desperdicio, si lo dice él que está dentro y seguro que calla mucho, imagínate. A eso se refiere.

    No te podrá contestar ella, estando mejor, pero ha quedado exhausta de intentar escribir esa aportación, se esfuerza en su intento porque la enfermedad no le venza del todo. Este tema les toca de cerca ellos, los afectados de SQM ya que tiene mucho que ver el trato, la enfermedad, el reconocimiento con los intereses de estos grandes “jefes del mundo”. Estaría bien que alguien nos hiciera una lista con los nombres de los propietarios de unas empresas y las otras, puede que algunos coincidan.

    El tema de los excipientes te lo explicara mejor otra persona que sepa de esto, a Pilar no le ha llegado la fuerza para explicármelo, te puedo decir que hay medicaciones que están en duda que sea el principio activo la causa de que sienten mal, a parte esta la forma de tomarlos, están viendo que los excipientes tienen un papel más importante de lo que nos han hecho creer. Tu misma preguntas ¿no son inocuos? pues parece que no. Esto como ella dice, lo están evidenciando en sus cuerpos, la misma sustancia con otros excipientes no funciona igual.

  3. Pero ¿los excipientes no son inocuos? Alguien podría explicar esto.
    Pilar a qué técnicas te refieres cuando dices que hay poca diferencia entre las de Monsanto y la industria farmacéutica.

  4. Si no se comprende no lo pongas me ha supuesto horas y no puedo repasarlo.

    Me han comunicado que habías puesto un post sobre German Velasquez, merece la pena aprovechar la ocasión, asi que he intentado aportar algo que considero importante. Es muy arriesgado no he leído el post, pero estoy segura de intuir bien de qué habla, tenía que elegir entre leer o escribir, para las dos cosas no llego.
    Este señor hizo unas declaraciones muy potentes que no expondré todo puesto que ocuparía mucho, solo algo muy evidente. Sobre la industria farmacéutica.
    Lo entrecomillado es sus palabras, en cursiva las mías para diferenciar:

    “Se llama negociación, pero en realidad hay muy poca negociación, más bien una imposición de un texto estándar que Estados Unidos presenta y que se supone que los países deben firmar sin hacer demasiadas modificaciones.”

    “Necesitamos fomentar la investigación, pero si la única forma de financiarla son las patentes, es decir, monopolios de veinte años, entonces estamos desligando la innovación del acceso. Y eso implica un problema grave.”

    “No me extrañaría que en los próximos años haya una denuncia por no atender a una persona en peligro.”
    Yo digo ya está sucediendo, se está normalizando la desatención y la falta de acudir cuando hay una urgencia o una crisis severa tanto por personas individuales como por la asistencia sanitaria.
    “Francia, por ejemplo, si uno ve a alguien que está muriendo en la calle y pasa de largo incurre en un delito y lo pueden enjuiciar.”
    Si las personas con enfermedades de Sensibilización Central denunciáramos cada vez que alguien no viene en nuestro auxilio estaría media población en la cárcel incluyendo sanidad.
    “La población tiene que saber que es un problema que le va a llegar muy pronto si no se toman medidas sustanciales.”
    Aquí para nosotros los que tenemos enfermedades de Sensibilización Central ya ha llegado.
    “En segundo lugar, es necesario ser críticos y hacer un llamamiento a los gobiernos para que tomen esto más en serio y para que se fijen en el fondo del problema. Y por último, y eso creo que ustedes lo hacen muy bien, desafiar a la OMS y, como sociedad civil reclamar una injerencia mucho más clara de esta organización internacional.”
    Verdaderamente leyéndolo a él ves claro que hay poca diferencia entre las técnicas de Monsanto y la industria química-farmacéutica.
    Te paso las fichas técnicas de lo que representa es un mismo medicamento, yo tengo la teoría que no es lo mismo, Fluimucil y Flumil. Aunque venga escrito, yo mantengo que no es lo mismo.
    Las fichas técnicas son oficiales, el (scs) excipiente cantidad suficiente. Esto que nunca se le ha dado importancia, siempre la ha tenido y nosotros los que tenemos SQM, lo hemos evidenciado, la importancia en el organismo que tiene un excipiente.
    Una vez en urgencias un medicamento no me lo pudieron poner, no encontraban por ningún sitio con que excipientes estaba compuesto. Es un tema muy relevante, mucho.
    Las fichas técnicas te las paso por correo, no se ponerlas aquí.

  5. Pues eso mismo es Germán Velásquez: «Un hombre sabio y honesto que habla de mafias sanitarias», le doy las gracias a este hombre valiente por su aportación. Si buscamos en otros ámbitos encontraremos también mafias económicas y políticas, al mirar el conjunto vemos como se ramifican y entrelazan unas en otras. ¿Sabeis ya donde vivimos y quien «pastorea» al rebaño humano? El Gran Hermano te vigila. Salud.

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