Los transgénicos retroceden en Europa
La semana pasada se produjo el lanzamiento de un nuevo estudio sobre la comercialización de transgénicos a escala mundial patrocinado por la industria. Al mismo tiempo conocimos un nuevo informe de Amigos de la Tierra Internacional que revela que los cultivos transgénicos en Europa siguen cayendo en picado, al tiempo que aumentan el número de países que los prohíben.
El informe “¿Quién se beneficia de los cultivos transgénicos” demuestra que apenas el 0,06% de los campos europeos se cultivan con transgénicos, un descenso del 23% desde 2008. Siete estados miembro de la Unión Europea prohíben el cultivo del maíz transgénico de Monsanto por las cada vez mayores evidencias sobre sus impactos ambientales y socioeconómicos, así como sobre sus incertidumbres en la salud. Tres países han prohibido el cultivo de la patata transgénica de BASF por precauciones sanitarias inmediatamente después de ser aprobado su cultivo en la primavera de 2010, y cinco miembros más han llevado a la Comisión Europea ante los tribunales por su autorización. La oposición pública a los alimentos y cultivos transgénicos se ha incrementado hasta el 61%.
Incluso los países que más han apostado por los cultivos transgénicos en América Latina se han visto forzados a tomar pasos para mitigar sus impactos negativos sobre la agricultura, la ciudadanía y el medio ambiente. El Gobierno brasileño ha lanzado un programa de soja libre de transgénicos para facilitar a los agricultores el acceso a semillas de soja no modificadas genéticamente; en Argentina, nuevas evidencias científicas muestran los graves impactos sobre la salud del herbicida Glifosato, utilizado en la inmensa mayoría de los cultivos transgénicos del mundo, lo que ha conducido a la prohibición de la fumigación cerca de los núcleos de población, y en Uruguay, cada vez son más las administraciones locales que se declaran libres de transgénicos.
El informe de Amigos de la Tierra demuestra a su vez que:
-Una nueva generación de cultivos transgénicos diseñados para promover el uso de peligrosos pesticidas como Dicamba y el 2-4 D están listos para su liberación en EE.UU. Las multinacionales biotecnológicas los están promoviendo como la solución al fracaso de los transgénicos actuales para controlar las malas hierbas y reducir el uso de pesticidas.
-La industria de los transgénicos, con el apoyo del Gobierno de EE.UU., buscan nuevos mercados en África en un intento de subir su cuota de negocio. La Fundación Gates, que invierte miles de millones de dólares en proyectos agrícolas en África ha comprado acciones de Monsanto, manifestando su interés directo en maximizar los beneficios de la industria de los transgénicos y no en proteger los intereses del pequeño campesinado africano.
Así que por una parte las buenas noticias, y esperemos que no sea tarde, de que en Europa van prohibiéndose estos cultivos nocivos. Que América Latina comienza a despertar del mito transgénico. Y por otra que estas compañías siguen utilizando la excusa del hambre para trasladarse en este caso a África; lo que no queremos por aquí lo venden en países con menores regulaciones, con gobiernos ansiosos de nuevas inversiones (a cualquier precio) y con poblaciones menos informadas de la que se les viene encima.
Las alternativas pasan por informarse bien sobre qué productos de la cesta de compra contiene trasngénicos pues en Europa es obligatorio etiquetarlos. Pero sobre todo por pasarnos de la comida convencional (muchos alimentos, con la ley en la mano, no tienen que ser etiquetados aunque contengan trazas de transgénicos) a la ecológica, que está certificada por organismos de control. Es necesario crear cooperativas de consumo ecológico, expandir iniciativas como por ejemplo la de EnterBio (de la que ya hemos escrito en estas páginas), apoyar (apoyarnos) en el sector ecológico. Cuanto más crezca este más ganaremos en salud y en cuidado de la tierra pues la especulación con los alimentos nos pasa factura.
Más info: En los libros La salud que viene y Conspiraciones tóxicas.
Hola:
Recientemente investigadores de la Universidad de Bristol han descubierto una nueva vía para la transferencia horizontal de genes que podría ser facilitada por las plantas transgénicas.
Agrobacterium tumefaciens es una bacteria presente en el suelo, que infecta a las plantas, produciendo por ejemplo la enfermedad de las agallas de la corona. Esta bacteria es utilizada con regularidad en la producción plantas transgénicas. La nuevas vías descubiertas por los científicos serían las heridas producidas en las plantas, en donde se segrega una hormona, acetosiringona, que facilita la transferencia de genes.
Se puede leer información sobre esta investigación en el siguiente enlace:
http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/03/05/los-cientificos-descubren-una-nueva-via-de-transferencia-horizontal-de-genes-i/
Traducción de un artículo de Mae Wan-Ho.
Salud.
¡Hola, Miguel! Gracias por tu entrada. Sólo quería puntualizar lo que dices como información general de que en Europa existe la obligatoriedad de etiquetar los productos transgénicos.
Esto es correcto en el caso de los productos vegetales pero no así en los derivados animales, como por ejemplo la leche y sus derivados, huevos, carnes de animales (bovinos, ovinos, puercos, aves de todo tipo…) alimentados con piensos transgénicos.
El caso es que el ciudadano europeo común, a no ser que coma «en ecológico» (que, como bien apuntas, son los únicos alimentos que deben pasar un riguroso análisis para ser etiquetados como «eco»), está comiendo sin conocimiento de causa alimentos transgénicos. Y eso es un engaño a la población, mostrando que tiene el derecho a elegir pero sin darle la información adecuada para que elija. ¿A qué juegan nuestros gobernantes?
Salud para ti y los tuyos.
Vaya que tristes estarán los escépticos, ellos que estaban todo el día dando la tabarra a ver si aceptábamos los transgénicos aunque fuese para que se callasen, algo tentador con la de bobadas que sueltan por segundo, que se le va a hacer, tanta saliva escupida desperdiciada.
Vivaaaaaa!
!!!! VIVA EL AMARANTO !!!!
» Pánico entre agricultores de Estados Unidos. La transnacional de semillas transgénicas no sabe qué hacer con el amaranto (kiwicha) que acabó con sembríos de soya.
En Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil hectáreas de soya transgénica y otras cincuenta mil están gravemente amenazadas.
Este pánico se debe a una “mala hierba”, el amaranto (conocida en el Perú como kiwicha) que decidió oponerse a la transnacional Monsanto, tristemente célebre por su producción y comercialización de semillas transgénicas.
En 2004 un agricultor de Atlanta comprobó que algunos brotes de amaranto resistían al poderoso herbicida Roundup. Los campos víctimas de esta invasora “mala hierba” habían sido sembrados con granos Roundup Ready, que contienen una semilla que ha recibido un gen de resistencia al herbicida.
Desde entonces la situación ha empeorado y el fenómeno se ha extendido a Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. Según un grupo de científicos británicos del Centro para la Ecología y la Hidrología, se ha producido una transferencia de genes entre la planta modificada genéticamente y algunas hierbas indeseables como el amaranto.
Esta constatación contradice las afirmaciones de los defensores de los organismos modificados genéticamente (OMG): una hibridación entre una planta modificada genéticamente y una planta no modificada es simplemente “imposible”.
Según el genetista británico Brian Johnson, “basta con un solo cruce logrado entre varios millones de posibilidades. Una vez creada, la nueva planta posee una enorme ventaja selectiva y se multiplica rápidamente. El potente herbicida que se utiliza aquí, Roundup, a base de glifosato y de amonio, ha ejercido una presión enorme sobre las plantas, las cuales han aumentado aún más la velocidad de la adaptación”. Así, al parecer un gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una planta híbrida surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el humilde amaranto, que se vuelve imposible de eliminar.
La única solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía antes, pero esto ya no es posible dadas enormes dimensiones de los cultivos. Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy difíciles de arrancar con lo que, simplemente, las tierras fueron abandonadas.
Transgénicos soportan un efecto búmeran
El diario inglés The Guardian publicaba un artículo de Paul Brown que revelaba que los genes modificados de cereales habían pasado a plantas salvajes y creado un “supergrano” resistente a los herbicidas, algo “inconcebible” para los defensores de las semillas transgénicas.
Resulta divertido constatar que el amaranto o kiwicha, considerada ahora una planta “diabólica” para la agricultura genética, es una planta sagrada para los incas. Pertenece a los alimentos más antiguos del mundo. Cada planta produce una media de 12.000 granos al año y las hojas, más ricas en proteínas que la soya, contienen vitaminas A y C, y sales minerales.
Así este bumerán, devuelto por la naturaleza a la transnacional Monsanto, no sólo neutraliza a este predador, sino que instala en sus dominios una planta que podría alimentar a la humanidad en caso de hambre. Soporta la mayoría de los climas, tanto las regiones secas como las zonas de monzón y las tierras altas tropicales, y no tiene problemas ni con los insectos ni con las enfermedades con lo que nunca necesitará productos químicos. http://www.ecoportal.net
Buena Siembra
Fuente :http://www.ecoportal.net/content/view/full/97667
Publicado por Silvestres Plinios en http://www.elvibrero.blogspot.com
Comer alimentos sanos es ya cuestión de defensa propia. En relación a que Gates sea accionista de Monsanto y que invierta miles de millones en proyectos agrícolas en Africa, pues no me extraña, tambien invierte miles de millones en campañas de vacunación en Africa, ¿con que interes será? De casta le viene al galgo, de este linaje yo no me fiaria mucho. Buscad información sobre su abuelito William H. Gates I y su papi William H. Gates II, lo mismo os sirve para tener una idea más acertada sobre William H. Gates III (nuestro Billy). Un solo dato: en 1930 el abuelete se afilió a la Sociedad Eugenésica Americana, ¡que casualidades tiene la vida!
Se me ocurre, a bote pronto, cierto símil entre transgénicos y tabaco: ambos están controlados por multinacionales norteamericanas, ambos afectan nocivamente al vecino y ambos se están trasladando a los países más indefensos ante la oposición cada vez mayor en los países del primer mundo.
Los transgénicos sin el apoyo imperial no hubieran llegado tan lejos. Confiemos que la Vieja Europa aguante y España quede aislada, de forma vergonzante.
No debemos olvidar que practicamente todos los piensos utilizados en la ganaderia no ecológica contienen transgénicos.
Lo que está claro es que el dinero mueve la industria y el mundo entero. Por lo tanto, a más interés por parte del consumidor hacia los cultivos ecológicos, es decir, más demanda; más empresas los producirán, es decir, más oferta. Con lo cual, con los años podremos conseguir productos ecológicos a precios no necesariamente más caros que los actuales no ecológicos y/o transgénicos.
Espero que nuestras compras como consumidores conscientes, poco a poco, mejore el mundo en que vivimos. El poder está en nuestras manos. «Dime qué compras y te diré qué fabricamos». Saludos.
Señor Jara, le agradeceria si me informara sobre el cultivo transgenico que estan introduciendo aca en mi pais Colombia, ya que realmente me preocupa y de este lado no hay ningun tipo de informacion, como debe saber ahora dependemos de EE.UU, debido a los gobiernos que han estado al frente. Seria de vital importancia para mi tener informacion de los productos transgenicos que estan entrando como importados a Colombia, sobre todo el maiz, papa, arroz y avena.
Muchas gracias.