La Comisión Europea podría materializar una restricción masiva de productos tóxicos, la más grande de la historia. Se trata de una propuesta conjunta de cinco países (Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, Noruega y Suecia) ante la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA). El objetivo es poner coto al uso de los compuestos perfluorados y polifluorados (PFAS por sus siglas en inglés).