Las víctimas de la talidomida en España, organizadas en torno a Avite, han conseguido un hito histórico, la expulsión del laboratorio Grünenthal, fabricante del producto, de uno de los congresos médicos más destacados del año, el de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Grünenthal Archivo

Todo el mundo «sabe» que las diferentes industrias y en concreto la farmacéutica influyen en los profesionales sanitarios y en toda la cadena de los diagnósticos y tratamientos. Existe compra de voluntades, que no deja de ser un modo de corrupción. Pero eso, en concreto, ¿en qué se traduce? Os pongo un ejemplo con la talidomida como protagonista.

Una víctima de talidomida en Brasil ha ganado un recurso judicial por daños morales. Y eso que previamente habían declarado prescrito el caso. En España, alrededor de 500 personas dañas de por vida por el famoso medicamento del laboratorio Grünenthal continúan deshauciadas por los tribunales, que consideran el caso prescrito.

Las víctimas de la talidomida en España han sufrido un nuevo mazazo judicial pues el Tribunal Constitucional no ha admitido su recurso de amparo y continúa con la teoría de que los hechos están prescritos. Fieles al espíritu combativo que han manifestado durante 60 años ya, las personas afectadas por el fármaco de Grünenthal prometen continuar hasta el final.

60 años después la talidomida continúa dando problemas. Y no me refiero a que aún no se ha cerrado el caso de los graves daños causados en cientos de personas en España (el fabricante Grünenthal no quiere indemnizar a sus víctimas). Me refiero a que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha advertido en un comunicado del riesgo de reactivación viral e hipertensión […]