Testimonios reales sobre cómo dejar el tabaco

En los últimos años, el debate sobre el vapeo y su regulación ha cobrado fuerza en España. Mientras las autoridades sanitarias proponen restricciones más severas, miles de personas exfumadoras defienden que el vapeo les ha permitido abandonar el tabaco y mejorar su calidad de vida.

A continuación, recogemos testimonios directos de quienes han encontrado en el vapeo una solución efectiva para dejar de fumar. No pretende sustituir el consejo médico, sino aportar una visión personal y humana al debate sobre la regulación del vapeo en España.

Lorena, 25 años: “El cambio fue brutal”

Lorena comenzó a fumar a los 17 años y, como muchos jóvenes, pronto notó el impacto negativo en su salud. “Cuando fumaba, apenas aguantaba 15 o 20 minutos en el campo y tenía que salir porque me faltaba el aire. Ahora, con el vapeo, juego los 70 minutos completos de fútbol 7. Al fin dejé de ahogarme subiendo escaleras, jugando a fútbol… ”, relata.

Además, destaca la mejora en su vida social: “Ya no voy echando la peste que echaba al fumar; con el vapeo no se impregna el mal olor en la ropa ni en casa”.

Lorena se muestra especialmente preocupada por la posible prohibición de sabores en los líquidos de vapeo: “Ahora no me gusta nada el sabor al tabaco, yo vapeo crema santa, un sabor dulcecito y rico. Si me lo quitan, es muy probable que vuelva a recaer en el tabaco aunque no quiera”.

Para ella, la nueva ley abriría la puerta al mercado negro y a productos sin control sanitario, lo que considera un atentado contra la salud pública.

Estíbaliz: “Gracias al vapeo tengo mejor salud”

El testimonio de Estíbaliz es breve pero contundente: el acceso a diferentes sabores ha sido clave para mantenerse alejada del tabaco y mejorar su salud.

Juan Antonio: “El vapeo da esperanza”

Juan Antonio padecía hipotiroidismo y, tras dejar de fumar, comenzó a ganar peso debido a la ansiedad. “Gracias al vapeo esa ansiedad desapareció y perdí bastante peso. Ahora también puedo hacer más ejercicio, ya que antes me asfixiaba al dar dos pasos. Gracias al vapeo he podido disfrutar más de todo y comer un poco de todo sin ganar tanto peso como antes”.

Ramón y su familia: “A cambiado nuestra vida un cien por cien”

Ramón y su mujer fumaron durante casi treinta años e intentaron dejarlo en varias ocasiones sin éxito, hasta que descubrieron el vapeo. “Llevamos varios meses sin fumar, es todo un logro y un orgullo para nuestras hijas, que están súper contentas”. Destacan la importancia de los sabores: “Estamos convencidos de que no volveremos a fumar tabaco gracias a los diferentes sabores. Las olores, la respiración y la carga en el pecho han mejorado muchísimo”.

Ramón advierte que prohibir los sabores sería un error: “Si algo nos ha ayudado ha sido poder cambiar de sabor y repugnar el tabaco. Espero que no tomen la decisión de prohibirlo y expongan a la gente a volver a fumar de la forma tradicional, sería un atraso para muchas personas”.

Ana: “Esto está ayudando a mucha gente a dejarlo”

Ana es tajante: “Mejor esto que vender tabaco, pienso yo. Esto está ayudando a mucha gente a dejarlo y económicamente ayuda”.

Nicolás: “Los líquidos frutales me han ayudado a dejar el tabaco”

Nicolás subraya que los líquidos con sabores frutales han sido fundamentales en su proceso: “Los líquidos tabaquiles del vapeo me recordaban al tabaco y eso no ayudaba nada”.

Juan José: “Por ‘culpa’ del vapeo ya no puedo fumar tabaco”

Juan José lleva algo más de dos meses vapeando y, en ese tiempo, ha intentado volver a fumar un cigarro tradicional solo para comprobar que ya no lo tolera: “Me supo y me olió a cenicero, ni tan siquiera cuando probé mi primer cigarro me supo tan mal. Ya he empezado a bajar mi dosis de nicotina en este corto período de tiempo”.

Recuerda que los primeros cigarrillos electrónicos eran poco atractivos y que la tecnología ha avanzado mucho: “Ahora los líquidos son más seguros y pasan más controles, consiguen de manera muy efectiva lo que antes no conseguían, usando sabores agradables al gusto del consumidor”. Juan José cuestiona la lógica de prohibir sabores en el vapeo mientras se permiten en otras sustancias como el alcohol, que considera más dañinas para la sociedad.

José Manuel: “Fumaba 40 cigarrillos diarios… el vapeo me salvó”

José Manuel tiene una historia marcada por la tragedia familiar: “Mi padre murió de cáncer de pulmón y yo no quería acabar como él. Gracias a Dios conocí el vapeo y me salvó la vida”.

Raúl: “Vapear salva vidas”

Raúl fumó durante 20 años y siempre sufrió pitidos en el pecho y cansancio. “Hace 7 años que no siento nada de lo comentado anteriormente, porque será… EL VAPEO SALVA VIDAS”.

¿Por qué los sabores importan?

Estos testimonios muestran una realidad que a menudo queda fuera del debate legislativo: para muchas personas, el vapeo -y en particular la variedad de sabores- ha sido la clave para dejar el tabaco y recuperar la salud.

La posibilidad de elegir sabores alejados del tabaco ayuda a romper el vínculo psicológico y sensorial con el cigarrillo tradicional, facilitando el abandono definitivo.

Además, la mayoría de los testimonios coinciden en que prohibir los sabores podría empujar a muchos exfumadores a recaer en el tabaco o a buscar productos en el mercado negro, donde no existen controles de calidad ni seguridad.

Como sociedad, el reto está en encontrar un equilibrio entre la protección de la salud pública y el respeto a las herramientas que han demostrado ser útiles para quienes luchan contra el tabaquismo. Escuchar a quienes han vivido este proceso en primera persona es fundamental para tomar decisiones informadas y justas.

Todo esto no quita para que esas mismas personas reconozcan que los sabores son, en general, químicos sintéticos y por tanto no son muy buenos para la salud, pero ellos prefieren vapear que seguir con el tabaquismo; es un paso intermedio, dicen, hacia la recuperación definitiva de la salud.