El método anticonceptivo Essure deja de venderse en Finlandia y Holanda. Su fabricante, Bayer, alega «razones estrictamente comerciales» pero a nadie que conozca el trasfondo del pelotazo económico que significa Essure se le escapa que el producto está acorralado por agencias reguladoras y los problemas legales que le están causando las decenas de miles de mujeres dañadas por el mismo.
Yaz Archivo
Leo que el laboratorio farmacéutico Merck, Sharp and Dohme (MSD) ha lanzado una aplicación móvil dirigida a las usuarias del anillo anticonceptivo Nuvaring (etonogestrel y etinilestradiol) llamada Nuvapp. Llama la atención esta nueva manera de hacer marketing de los productos sanitarios que están desarrollando las grandes compañías (otro ejemplo es la app de Bayer para las personas enfermas de esclerosis múltiple).
Italia se suma a los países en los que las mujeres afectadas por los anticonceptivos de Bayer están demandando judicialmente a la compañía. Existen casos escalofriantes como el de una joven de 36 años que lleva en coma diez años por las píldoras que contienen la hormona drospirenona. La Asociación Derecho y Salud cuenta con 100 socias e impulsa este nuevo frente legal.
Hace unas semanas os contaba que en Alemania han puesto la primera demanda a Bayer por los daños que causan sus medicamentos anticonceptivos con hormonas. En concreto provocan un aumento del riesgo de sufrir trombosis. Por ello la Coalición Contra los Peligros de Bayer exige la prohibición de los fármacos de ese tipo marcas Yaz, Yasmin y Yasminelle.
A la compañía Bayer se le acumulan los litigios en tribunales de medio mundo. Las primeras demandas judiciales por sus anticonceptivos de hormonas (de marcas como Yaz, Yasmin, Gianvi, Ocella, Beyaz, Safyral) se presentaron en 2009 y aún hay miles de casos pendientes. Los casos avanzan, despacio pero siguen adelante y se suman a otros.