La crisis sanitaria por la Covid-19 pone en evidencia la fragilidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y nos revela que la OMS no tiene los instrumentos y mecanismos legales necesarios para aplicar sus normas y orientaciones. Su financiación además es insostenible para responder al desafío de la Covid-19.
Organización Mundial de la Salud (OMS) Archivo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sacado el metilfenidato de la lista de medicamentos esenciales. Dicho principio activo es el principal remedio utilizado para el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Lo hace ahora, cuando lleva años recetándose a niños. El motivo es que existen «incertidumbres» en el perfil de beneficio y daños.

Escandaloso lo que ha ocurrido con el medicamento más usado en la Covid, la hidroxicloroquina. Primero la Organización Mundial de la Salud (OMS) para un gran estudio que estaba haciéndose sobre el principio activo. El trabajo ofrecía datos sobre un número indeterminado de muertes asociadas al medicamento. Pero resulta que The Lancet, la prestigiosa revista que lo había publicado, se retracta. El ensayo no tenía la suficiente calidad […]

La noticia es como una bomba pero, de manera paradójica, en un contexto de grave crisis sanitaria por la Covid la cosa no ha ido a más. La OMS suspende temporalmente el ensayo con hidroxicloroquina en el estudio mundial Solidaridad. Claro, la hidroxicloroquina no es un fármaco cualquiera, es quizá el más usado contra el actual coronavirus. (Leer también la actualización de este post).