Los fármacos para ayudar a dormir, muy usados, van a ir acompañados de una advertencia mayor sobre su peligrosidad. Así lo ha decidido la agencia estadounidense de medicamentos, la FDA, que ha realizado una evaluación de los informes sobre efectos secundarios provocados por ese grupo farmacológico. Nos referimos a tratamientos como Ambien (cuyo principio activo es zolpidem), Sonata (zaleplon) o Lunesta (eszopiclone).