Los medicamentos que se utilizan para tratar el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) podrían aumentar el riesgo de efectos secundarios psicóticos en los niños y jóvenes pacientes que los consumen. Así lo asegura un estudio científico que se ha publicado hace unos días.

En la pasada edición de la Feria Biocultura de Madrid estuve moderando una jornada de tarde sobre salud mental. En ella tuve la oportunidad de conocer en persona a Marino Pérez, un catedrático de Psicología que ha escrito un libro sobre el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) que os recomiendo, se titula Volviendo a la normalidad.

Un equipo de Humanistas del barrio de Carabanchel (Madrid) me entrevistó hace unas semanas en el marco de la elaboración de un documental sobre el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y los psicofármacos. Lo que les conté les pareció interesante y han decidido ofrecer la entrevista entera en internet antes de difundir su documental. Os hago un resumen de la misma.

En Cataluña hace poco se ha aprobado el protocolo de actuación ante el llamado Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) para la red de atención pública infanto juvenil de salud mental. En la práctica este protocolo supone aumentar el diagnóstico de niños y niñas con TDAH para llegar al nivel de Estados Unidos (EE.UU.). Además, se desprecian las graves reacciones adversas de la medicación para ello. La industria está detrás.

Como os contaba el Gobierno de Canadá alerta sobre el riesgo de suicidio en los medicamentos utilizados en el tratamiento del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). España es uno de los máximos consumidores y el mercado no para de crecer. ¿Cual será la incidencia de la citada grave reacción adversa?