Hace unas semanas se ha aprobado Recigarum (citisiniclina), el segundo fármaco para dejar de fumar que financia la sanidad pública en España.
Dicen algunos médicos que
es un tratamiento eficaz que puede duplicar o triplicar las probabilidades de que un paciente pueda dejar de fumar y que puede lograr que el proceso de dejar de fumar sea mucho más fácil y llevadero que si se realizara sin tratamiento».
Miguel Ángel Hernández Mezquita, especialista en Neumología.
Se trata de un medicamento para la deshabituación tabáquica en pacientes con alta dependencia nicotínica, ya que puede reducir los síntomas del síndrome de abstinencia que se produce al dejar de fumar.
La citisiniclina es un alcaloide vegetal que actúa sobre los receptores nicotínicos cerebrales y que tiene propiedades agonistas y antagonistas sobre dichos receptores. La acción agonista simula el efecto de la nicotina para que el paciente no note su falta y la acción antagonista hace que si el paciente fumara no percibiera los efectos placenteros de fumar que percibía antes de tomar el medicamento.
Otro apunte milagroso sobre este producto: solo hay que tomarlo durante 25 días, se supone que luego uno está «curado» de fumar.

A mí cuando me «venden» un tratamiento milagroso, con tantas ventajas, lo que me preocupa es el otro precio a pagar, los efectos secundarios, vaya.
El citado médico dice que es un fármaco muy seguro y con muy pocas interacciones. Y explica que los efectos secundarios más frecuentes son molestias digestivas, pero suelen ser leves y pasajeros y casi nunca es necesario retirar la medicación.
Las contraindicaciones solo son la insuficiencia renal grave y en la cardiopatía isquémica reciente. Eso sí, ha de usarse con precaución por encima de los 65 años.
Pero la cosa no es tan sencilla como la explica este hombre, Hay más, solo hay que acudir a la ficha técnica del fármaco (el documento oficial sobre el mismo):
No use Recigarum
- si es alérgico a la citisiniclina o a alguno de los demás componentes de este medicamento [cosa que nadie sabe a priori, salvo que se haga una prueba de alergia]
- si padece angina inestable,
- si tiene antecedentes de infarto de miocardio reciente,
- si sufre de arritmias cardíacas con relevancia clínica,
- si ha tenido recientemente un derrame cerebral,
- si está embarazada o en período de lactancia.
También puede leerse que debe utilizarse con precaución en caso de cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, hipertensión, tumor de la glándula suprarrenal, ateroesclerosis (endurecimiento de las arterias) y otras enfermedades vasculares periféricas, úlcera gástrica y duodenal, enfermedad por reflujo gastroesofágico, hipertiroidismo (tiroides hiperactiva), diabetes, esquizofrenia, insuficiencia renal y hepática.
Son muchas cosas, ¿no? Y NO es verdad que los mayores de 65 años deban tener precaución, no. La ficha técnica pone que «no está recomendado su uso en pacientes mayores de 65 años».
Y cuidado con las personas con problemas de salud mental.
En algunas personas dejar de fumar, con o sin tratamiento, se ha relacionado con un mayor riesgo de experimentar cambios en el pensamiento o comportamiento, con sentimientos de depresión y ansiedad (incluyendo raramente ideación suicida e intento de suicidio) y puede estar relacionado con el empeoramiento del trastorno psiquiátrico».
Ficha técnica del medicamento.

Tampoco es verdad que tenga pocos efectos adversos, leeros el documento oficial porque la lista es muuuy larga.
Por último, Recigarum contiene aspartamo y este lleva una fuente de fenilalanina que puede ser perjudicial en caso de padecer fenilcetonuria (FCN), una enfermedad genética rara en la que la fenilalanina se acumula debido a que el organismo no es capaz de eliminarla correctamente.
El aspartamo os sonará de que el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) lo tiene clasificado como posiblemente carcinógeno para los seres humanos. Vaya un fármaco completito…